La elección de la nueva presidente del Senado, Mónica Fernández, sacó a relucir lo rencores internos en Morena, ya que el gran derrotado Martí Batres le cargó su “mala suerte” a Ricardo Monreal, y hasta su dirigente nacional, Yeidckol Polevnsky, le entró al pleito.
Por medio de su cuenta Twitter, Batres Guadarrama denunció que Monreal Ávila lo estuvo persiguiendo para después sacarlo de la Mesa Directiva, que “lo exhibió como un político faccioso incapaz de encabezar un amplio movimiento”.
Mientras que el también encargado de la Junta de Coordinación Política, trató de ser políticamente correcto, y mencionó que “el Grupo Parlamentario de Morena votó en libertad. Comprendo las reacciones y las descalificaciones: sin injustas, pero actuaremos con tolerancia y altura de miras”.
Por su parte, la dirigente nacional de Morena, no se quiso quedar atrás, y calificó como “vergonzoso” que la fracción del partido oficial en la Cámara Alta haya realizado “maniobras” para que en una reunión privada solo invitaran a votar al PES, pero no al PT.
