El pasado lunes 11 de febrero, el titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, dio a conocer el nombre de las empresas privadas que operan bajo subsidio público, pero no están ofreciendo el servicio para el que se les está pagando.
Entre éstas se encuentra Grupo Carso, del magnate Carlos Slim, que al enterarse de tal situación informó que los contratos firmados entre su empresa y la CFE para suministrarle gas natural, por medio de gasoductos, son legales.
Los señalamientos se dan porque Carso Energy todavía no concluye la construcción de un gasoducto en la región norte del país, aunque reconocen que esto se debe a diversas interrupciones, de las que está al tanto la CFE.
“La construcción se ha visto interrumpida significativamente en 16 tramos que suman 86 kilómetros, que han retrasado en más de un año la conclusión del proyecto y que continúan obstruyendo el concluir los 620 kilómetros”, informó Grupo Carso.
Incluso, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) —que es parte de la Secretaría de Hacienda— ha detenido una parte del proyecto, ya que todavía no autorizan que el contratista privado pueda trabajar en uno de sus terrenos, por donde atravesará el gasoducto.
