Hay figuras públicas y luego está Elba Esther Gordillo, la ex líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, esa misma que ha sido culpada, detenida y exonerada de utilizar recursos de manera ilegal, aquella que es repudiada por muchos y amada por otros pocos, pero sobretodo aquella que es un personaje muy cercano al presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Y es que luego de que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) hiciera público el archivo secreto de las investigaciones sobre la “maestra”, no se obtuvo una gran sorpresa.
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El documento se indagó la vida de Gordillo, sí tenía relaciones extramaritales, cuál era su religión y si su apoyo a los grupos marginados era el que le proporcionaba simpatía con los integrantes del magisterio, pero pese a esa popularidad los investigadores concluyeron que Elba Esther “se caracteriza por ser una persona déspota y antipática”.
“Cabe destacar que la que nos ocupa, ha luchado a favor de las clases más marginadas de la región, motivo por el cual goza de las simpatías”, se lee en la hoja 69 del expediente al que tuvo acceso el periódico El Universal.
