El pasado sábado 2 de noviembre, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, publicó una series de tuits donde “alertaba” a la población sobre un posible golpe de Estado en contra de su administración, situación que generó revuelo en redes sociales.
¡Qué equivocados están los conservadores y sus halcones!
Pudieron cometer la felonía de derrocar y asesinar a Madero porque este hombre bueno, Apóstol de la Democracia, no supo, o las circunstancias no se lo permitieron, apoyarse en una base social que lo protegiera y respaldara— Andrés Manuel (@lopezobrador_) November 2, 2019
Ahora es distinto. Aunque son otras realidades y no debe caerse en la simplicidad de las comparaciones, la transformación que encabezo cuenta con el respaldo de una mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y de la paz, que no permitiría otro golpe de Estado.
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) November 2, 2019
Aquí no hay la más mínima oportunidad para los Huertas, los Francos, los Hitler o los Pinochet. El México de hoy no es tierra fértil para el genocidio ni para canallas que lo imploren.
Por cierto, les recomiendo leer la fábula de Esopo «Las ranas pidiendo rey». pic.twitter.com/s3Jd77heM4
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) November 2, 2019
Tales palabras del mandatario nacional hicieron eco en redes, pero de una manera muy contrastante –como viene siendo desde que inició esta administración–, ya que unos apoyaron al tabasqueño y otro lo criticaron por querer desviar la atención respecto a su fracaso en materia de seguridad, específicamente, con el fallido operativo Culiacán.
Sin embargo, que AMLO recurra a las palabras “golpe de Estado” no es nuevo, ya que lo hizo el pasado 2 de junio de 1996, en Misantla, Veracruz. En esa ocasión el tabasqueño presentó un documento llamado “La defensa de las instituciones y el rechazo a la renuncia presidencial”.
“Existen elementos para pensar que algunos grupos de México y el extranjero están fraguando un golpe de Estado contra el presidente de México (Ernesto Zedillo).
“Si para salvar a la República tenemos que apoyar a la presidencia, no vamos a titubear en hacerlo, la ocupe a quien la ocupe”, declaró López Obrador en aquella ocasión.
A estas alturas todo mundo sabe que nunca se consumó un golpe de Estado en contra de Zedillo; pero, en ese momento, a AMLO le sirvió para extender una alianza con el exmandatario priista, misma que lo llevaría a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en el año 2000.
Cabe señalar, que esos implícitos lazos que estrecharon tanto Ernesto Zedillo como AMLO, tuvieron un precio, y fue que el tabasqueño le diera la espalda a los líderes de la izquierda de aquella época Cuauhtémoc Cárdenas y Heberto Castillo.
La cuestión aquí es: ¿qué planea Andrés Manuel López Obrador aludiendo, nuevamente, a un “posible” golpe de Estado en contra de su gobierno?
Con información de La Jornada y Proceso.