Para el obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, la propuesta de que el Gobierno Federal se acerque a los grupos de autodefensa no suena tan descabellado pues para él se debe tomar el problema “sin prejuicios” y el diálogo podría ser la mejor manera de erradicar la violencia que atraen grupos armados y el crimen organizado.
Según el obispo, habría que escuchar a las partes involucradas con la inseguridad del país pues se debe investigar los motivos por los que, en un principio, se iniciaron en estas prácticas delictivas.
Desde la perspectiva del religioso, el problema de la violencia se dejó crecer a tal grado que ahora considera que la única forma de terminar con ella sería entablar mesas de diálogo con dichas agrupaciones pues “todos tienen una partecita de bondad”.
Cabe destacar que en caso de que el Gobierno obradorista autorice las pláticas estaría incurriendo en el delito de complicidad pues daría a entender que conoce la ubicación de varios de los criminales más buscados del país y aun así no los denunció.
