Germán Martínez, de liberal y culto… a propagandista

Don Germán Martínez, cada vez más un decepcionante personaje de la política, otrora liberal, crítico, justo, culto, letrado... O eso aparentaba. Ahora es un propagandista más de Andrés Manuel López Obrador, en espera de una curul que el tabasqueño "le regaló".

Germán Martínez, ex dirigente nacional del PAN, fiel detractor de Andrés Manuel López Obrador hasta hace algunas semanas y creador de “AMLO, un peligro para México“, funge ahora como un propagandista más del tabasqueño.

Como cada semana, este lunes Martínez Cazares presentó su columna en el diario Reforma. Paso de un escritor puntilloso, liberal y culto a únicamente promocionar a su nuevo jefe, el dueño de Morena.

En su texto intitulado “Renovar la rebeldía“, el ex panista hace referencia al cuestionamiento de Albert Camus: ¿Qué es un hombre rebelde?

Un hombre que dice no. Pero si se niega, no renuncia: es además un hombre que dice sí desde su primer movimiento”. Digo “no” al pulverizado sistema partidista; y al mismo tiempo digo “sí” a participar, activamente, en la naciente forma de agregación política mexicana“, escribió.

Continúa:

El acto de libertad soberana individual es “decidir”. Permanecer congruente y fiel a un partido político puede ser fatídico. Amarrado a una idea, sin traicionarla, el terrorista musulmán Mohamed Atta estrelló un avión en Nueva York en 2001. Es posible vivir -dice Charles Pépin- sin arriesgar nunca nada, eligiendo sólo lo razonable, esperando siempre para actuar a que las casillas de Excel estén correctamente rellenas. Rechazo ese confort, y la política, ¡oh sorpresa!, no desaparece la incertidumbre, sólo la atempera, la mitiga. No “opté”, “decidí” por López Obrador. “Decidir” es un acto que exige mayor audacia, implica desterrar prejuicios, sinrazones, y renunciar al odio construido contra un hombre perseverante, terco si quieren, del que se dibuja siempre una caricatura, sin escuchar el clamor de igualdad o justicia de quienes confían y votarán por él“.

Habla después de los “caperuzos rojos y azules”, quienes buscan –según Martínez– vender el miedo al lobo feroz.

¡Conozco bien ese cuento! Andrés Manuel jamás ha abandonado el camino pacífico de la política. Empuña la bandera de la República, por definición, el gobierno dividido y controlado. ¿Manda al diablo a las instituciones? ¡Por favor! A la vista de todos, y por tercera vez, confía en la institución esencial y fundadora de una democracia liberal: ¡el voto popular!“.

Don Germán Martínez, cada vez más un decepcionante personaje de la política, otrora liberal, crítico, justo, culto, letrado… O eso aparentaba. Ahora es un propagandista más de Andrés Manuel López Obrador, en espera de una curul que el tabasqueño “le regaló”.