Gatell va a la OMS y se confirma: AMLO manda

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Especial

 

 

Aquí lo dije desde la elección presidencial de julio del 2024.

Dije que a pesar del resultado electoral y de la cuestionada victoria de Claudia Sheinbaum, el verdadero mandamás sería López Obrador.

Más aún, desde julio de 2018, cuando AMLO se alzó con la victoria presidencial, dije que seis años después dejaría como principal legado, un grosero Maximato, en donde seguiría mangoneando a quien lo sucediera.

Y, en efecto, casualmente hoy, cuando arranca el noveno mes de la gestión de “la señora presidenta”, de nueva cuenta se confirma que desde Palenque se instruye a Palacio para mantener vigentes y en la nómina a no pocos ladrones, pillos y criminales del primer círculo del “obradorato”.

Y es que, en medio del repudio generalizado, la “señora presidenta” debió designar al criminal Hugo López Gatell, como representante de México ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al ladrón Juan Ferrer, como embajador ante la UNESCO.

En los dos casos se trata de premiar con impunidad y con privilegios a los principales cómplices de Obrador en la destrucción del sistema de salud y en los “crímenes de lesa humanidad” que significaron la muerte de casi un millón de mexicanos a causa de la pandemia de Covid-19 y la destrucción del Seguro Popular, además del saqueo de dinero público, por el fallido Insabi.

Por eso, vale recordar que ninguno de los embajadores premiados por la presidenta –Gatell y Ferrer–, pertenecían al grupo cercano de Claudia Sheinbaum; ni antes ni después de su llegada al poder presidencial.

Eso sí, se trata de incondicionales de Obrador y quienes no sólo son premiados, sino que se les garantiza impunidad, para impedir que hagan frente a la justicia para no pagar por sus crímenes y fechorías.

Y es que, por ejemplo, López Gatell no sólo fue un irresponsable en el manejo oficial de la pandemia –lo que provocó que México ocupara uno de los primeros lugares mundiales en mortandad ciudadana y en el fallecimiento de trabajadores de la salud–, sino que también saqueó el sistema de salud

En total y gracias a la irresponsabilidad de Gatell, perdieron la vida casi un millón de ciudadanos, incluidos contagiados del mortal virus, médicos, enfermeras, enfermeros, camilleros y otros trabajadores de la salud.

Peor aún, en medio de una grosera y grotesca complicidad, hasta hoy López Gatell no ha pagado por sus crímenes y, sin duda que seguirá impune en su nuevo encargo, impuesto desde Palenque a Palacio.

El de Juan Ferrer es un caso similar, ya que no sólo fue el responsable de la caprichosa desaparición del Seguro Popular –que dejó a millones de ciudadanos de escasos recursos sin atención médica–, sino que se encargó de saquear las arcas de esa institución y, peor aún, de poner en marcha el fallido Insabi, que resultó un fracaso total.

Por eso, porque las pruebas del saqueo están a la vista de todos, es una complicidad de la señora presidenta la designación de Ferrer ante un organismo internacional como la UNESCO.

Pero si aún dudan de que en México no manda la “señora presidenta”, sino López Obrador, basta recordar la discusión entre priístas y perredistas –del pasado sábado–, en la Cámara de Diputados.

Resulta que el diputado del PRI, Rubén Moreira, denunció en el pleno que el ex presidente López había endeudado al país a niveles escandalosos; 17.5 billones de pesos, denuncia que causó indignación de los diputados de Morena, que no reclamaron por la deuda, sino por el supuesto insulto.

Así o dijo el diputado Moreira, del PRI: “La deuda de esta país son 17.5 billones de pesos, hasta ahorita. Los dejó un malandrín que se llama Andrés Manuel López Obrador…”. (FIN DE LA CITA)

La lambisconería fue tal, que el diputado de Morena, Leonel Godoy, exigió respeto ya que, según él, Moreira ofendió al presidente Obrador.

Así lo dijo: “Yo te respeté Rubén; el asunto es que hablan de respeto, pero llaman “malandrín” a nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador y eso no lo podemos permitir; también otro diputado del PRI nos llamó narco-gobierno y narco-diputados y esas son ofensas”. (FIN DE LA CITA)

Lo cierto es que el adjetivo “malandrín” significa “ratero o ladrón” y eso es precisamente por lo que López pasará a la historia y posiblemente a la cárcel; por ladrón y por ratero, a pesar del fanatismo de lacayos como Godoy.

Pero el propio Leonel Godoy se mordió la lengua cuando se dijo ofendido por el calificativo de “narco-gobierno” y “narco-diputados”, que formularon legisladores del PRI cuando se refieren a Morena.

Y es que Godoy olvida que su hermano, Julio César Godoy fue, en los hechos, el primer “narco-diputado” y que son contundentes las evidencias de que Morena es un “narco-partido”, con “narco-presidentes”, “narco-gobernadores”, “narco-alcaldes” y, por supuesto, “narco-legisladores”.

Pero lo más revelador es la defensa a ultranza que los arriba citados hacen de AMLO, lo que confirma que Obrador sigue siendo el verdadero mandamás, por sobre Claudia Sheinbaum. ¿Lo dudan?

Al tiempo.