Hay quienes piensan que la renuncia de Gabriel García Hernández a la Coordinación de los Programas Sociales del gobierno federal tiene una doble intención: recomponer el trabajo clientelar en esa área y meterle una cuña a Ricardo Monreal en el Senado.
García Hernández podría disputarle a Monreal la coordinación de la bancada de Morena en el Senado, en momentos en que el zacatecano ha sido acusado de estar detrás de la derrota que sufrió su partido en la Ciudad de México en las pasadas elecciones.
Hay quienes ante el presidente Andrés Manuel López Obrador han acusado a Monreal de traición, pues a él le atribuyen específicamente la derrota de Dolores Padierna en la alcaldía Cuauhtémoc a manos de Sandra Cuevas, quien ha sido muy cercana a Monreal.
En las últimas semanas han sido claras las señales de distanciamiento de Monreal con el presidente López Obrador y su equipo más compacto, que incluye a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y al consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer.
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¿Por qué no lo invitaron?
Monreal no fue invitado a la ceremonia por el 100 aniversario luctuoso del poeta Ramón López Velarde, que encabezó el presidente López Obrador el pasado 19 de junio en Jerez, Zacatecas, algo inexplicable, pues Monreal siempre había asistido a este tipo de conmemoraciones.
Ese mismo día, el senador zacatecano difundió un video a través de sus redes sociales en el que dio a entender que será muy difícil que se aprueben las reformas constitucionales que pretende el presidente.
Y el jueves de la semana pasada lo dijo con toda claridad: la agenda de reformas prioritarias para el presidente enfrenta un camino difícil a través de un Congreso dividido. “Será complicado. No estoy rebosante de optimismo, soy cauteloso”, dijo.
Monreal quiere estar en la boleta electoral del 2024 como candidato presidencial. Pero el alejamiento de López Obrador y la tutela de éste sobre Claudia Sheinbaum no son buenas noticias para él.
Un papel de Gabriel García Hernández como cuña en el Senado podría ser la puntilla para las aspiraciones de Monreal, cuyo partido que tenía como alterno, Fuerza por México, no sobrevivió.
