En 2001 el presidente en ese momento, Vicente Fox, viajó a China para establecer acuerdos con la nación.
En su visita el entonces mandatario acudió al Museo de Guerreros y Caballos de Terracota, en donde sus funcionarios y él mismo se comportaron como niños y es que nadie resistió la tentación de ver y tocar algunos de los más de ocho mil rostros de los guerreros del museo, los cuales hasta ese momento estaban en un estado de conservación casi impecable.
Por su parte, los invitados mexicanos de Fox rompieron con todos los protocolos de seguridad del museo. Hay quienes afirman que hasta se pusieron a jugar escondidillas entre las filas de los soldados de piedra.
Además, Sari Bermúdez, entonces directora del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el ex canciller Jorge G. Castañeda y el coordinador de imagen de la presidencia, Francisco Ortiz, no dudaron en fotografiarse abrazados con los guerreros de piedra que se encontraban resguardados tras una línea de seguridad.
No cabe duda de que las acciones de Fox y su gabinete hoy lo hacen merecedor del título del presidente de México más naco, ¿o no?
