Si por algo se ha caracterizado el expresidente boliviano Evo Morales, sin duda, es por la humildad con la que llegó al poder del país sudamericano, enalteciendo sus raíces indígenas y utilizando la palabra racismo para cualquier acto en su contra, casi como decirles “fifís conservadores” a los opositores en México.
Sin embargo, la morada que utilizaba Morales en la Casa Grande del Pueblo no refleja del todo a un mandatario austero, al contrario, más bien parece sacado de algún acaudalado de esos que tanto se queja.
Con la salida del dictador, el Gobierno interino dio luz verde para que los medios de comunicación pudieran acceder a la lujosa suite en la que pasaba gran parte del tiempo el líder, esto con el objetivo de desenmascarar el discurso de Evo ante el mundo pero, sobre todo, ante el pueblo que creyó en él por 14 años.
“Parece una habitación de un jeque árabe, el derroche de dinero que se ha hecho para la construcción de este palacio realmente es un insulto para todos los bolivianos”, declaró Roxana Lizárraga, ministra de Comunicación.
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El hogar de Evo, además de contar con la extensión del piso entero, se encuentra en un edificio de 29 plantas recién estrenado en 2018 en La Paz, capital boliviana, con un costo de 34.6 millones de dólares. Cuenta con una sala de reuniones, un comedor, el dormitorio y un baño completo, con jacuzzi y hasta tina de hidromasajes, todos los rincones de la casa cuentan con muebles específicamente diseñados y de alta calidad.
Con información de Infoabe.
