Esta madrugada, el huracán Florence comenzó a azotar la costa este de Estados Unidos con vientos y lluvias, según las proyecciones, podrían causar inundaciones catastróficas, pese a que la tormenta se degradó a categoría 1.
La inmensa tormenta se debilitó a categoría 1, de 5 en la escala de Saffir-Simpson, pero expertos advirtieron potentes vientos de 90 km/h y lluvias torrenciales.
Para la meteoróloga de CNN, Jennifer Gray, aunque la tormenta se degradó a categoría 1 “la marea y las inundaciones van a ser como de una categoría 4”, señaló.
Steve Goldstein, de la Oficina Nacional de la Administración Oceánica y Atmosférica, dijo, cuando el huracán todavía era categoría 2, que la velocidad de Florence había disminuido, por lo que no se esperaba que tocara tierra en los estados de Carolina del Norte y del Sur, al menos en otras “36 horas”.
A medida que la tormenta se acercaba, el presidente estadounidense, Donald Trump, y las autoridades estatales y locales instaron a los residentes que se encuentran en la trayectoria del huracán a que desalojaran sus casas.
Las órdenes de desalojo alcanzan a 1.7 millones de personas en Carolina del Norte, del Sur y Virginia, muchas prepararon casas y negocios para la llegada de la tormenta y partieron para refugiarse.
