Estados Unidos quiere desenmascarar la influencia en la campaña presidencial de cara a las elecciones en noviembre, y la enorme propaganda que dicha nación ejerce en muchos países del mundo mediante redes sociales.
Esta semana, Merrick Garland, fiscal general, informó dos acciones, por un lado, la incautación de 32 nombres de dominio utilizados en el marco de una “campaña para influir en el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses” realizada bajo la autoridad del gobierno de Rusia, y la otra, por el procesamiento de dos directivos del medio de comunicación ruso RT, financiado por el Estado.
La investigación ha estado a cargo del FBI. La dependencia “afirma que Rusia está financiando a 2.800 personas, entre influencers, políticos, periodistas, profesores universitarios, comediantes, empresarios, entre otros. Estos están operando en 81 países y unos 600 lo hacen en EE.UU. La inteligencia americana ya tiene sus nombres”, publicó director del Latin America Watch de la Fundación Libertad (Argentina) y la Fundación Internacional para la Libertad, Agustín Antonetti.
“La agencia también mantiene otra lista con más de 1.900 personas de 52 países diferentes (muchos de ellos son de América Latina) con cuentas en Estados Unidos. A estos, ya debo advertirles desde ahora que están en graves problemas. Creo que a todos se nos vienen algunos nombres”, añadió Antonetti.
El FBI afirma que Rusia está financiando a 2.800 personas, entre influencers, políticos, periodistas, profesores universitarios, comediantes, empresarios, entre otros. Estos están operando en 81 países y unos 600 lo hacen en EE.UU. La inteligencia americana ya tiene sus nombres. pic.twitter.com/n4lW9DAEkd
— Agustín Antonetti (@agusantonetti) September 6, 2024
Cabe recordar que, esta semana, el Departamento de Justicia de Estados Unidos confiscó 32 dominios de Internet relacionados con campañas del gobierno ruso, denominadas “Doppelganger”. El Departamento ha señalado que estos dominios violan las leyes estadounidenses sobre lavado de dinero y podrían tener implicaciones legales.
La investigación indica que las empresas rusas Social Desing Agency (SDA), Structura National Technology (Structura) y ANO Dialog, que trabaja bajo la dirección y control de la dirección y control de la Administración Presidencial rusa:
“Utilizaron estos dominios, entre otros, para difundir encubiertamente propaganda del gobierno ruso con el objetivo de reducir el apoyo internacional a Ucrania, reforzar las políticas e intereses prorrusos e influir en los votantes en las elecciones estadounidenses y extranjeras, incluidas las elecciones presidenciales de los Estados Unidos”, señala la entidad en un comunicado.
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FBI imputa a agentes rusos por presunta implicación a ciberataques a Ucrania
Este jueves, Estados Unidos imputó a cinco agentes de la inteligencia militar rusa por su supuesta implicación en ciberataques a la infraestructura civil de Ucrania antes de la invasión rusa. El vicefiscal general Matthew Olsen indicó que los acusados, miembros de la agencia GRU, llevaron a cabo una campaña cibernética contra Ucrania llamada “WhisperGate”.
“La campaña WhisperGate incluyó el ataque a infraestructura civil y sistemas informáticos ucranianos totalmente ajenos a la defensa militar o nacional”, indicó Olsen en conferencia de prensa.
Por su parte, el agente especial de la policía federal estadounidense (FBI), William DelBagno, aseguró que el ciberataque en enero de 2022 “podría considerarse el primer disparo de la guerra”.
De acuerdo con el vicefiscal general Matthew Olsen, los ciberataques tenían como meta inmovilizar el gobierno y la infraestructura esencial de Ucrania, abarcando sistemas financieros, agricultura, servicios de emergencia, atención médica y escuelas. Olsen añadió que estos ataques no se restringieron a Ucrania, sino que también impactaron en sistemas informáticos de Estados Unidos y otras naciones de la OTAN que brindan apoyo a Ucrania.
En junio, Estados Unidos imputó al civil ruso Amin Timovich Stigal, de 22 años, por conspirar para hackear y destruir sistemas informáticos vinculados a la campaña “WhisperGate”. Tanto Stigal como los cinco agentes del GRU permanecen en libertad, y el Departamento de Estado ha ofrecido una recompensa total de 60 millones de dólares, es decir, 10 millones por cada uno, por cualquier información que conduzca a su captura.
Es importante destacar que, para el Departamento de Justicia de Estados Unidos, WhisperGate era un “arma cibernética diseñada para destruir”. La cual permitió filtrar los historiales médicos de los pacientes, asimismo, modificar los sitios web para que se leyera: “¡Ucranianos! Toda la información sobre ustedes se ha vuelto pública, tengan miedo y esperen lo peor”.
Los datos robados se ofrecieron a la venta en internet. El fiscal estadounidense Erek Barron señaló que los oficiales del GRU acusados son miembros de la unidad 29155 de la Dirección Principal de Inteligencia de Rusia.
La unidad 29155, que se ocupa de operaciones fuera del país, enfrenta acusaciones por el intento de envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal en el Reino Unido en 2018. El miércoles, las autoridades estadounidenses implementaron diversas acciones en respuesta a los intentos de interferencia rusa en las elecciones de EU, abarcando tanto medidas penales como sanciones.
Con información de Semana