Con el objetivo de convertirse en un centro en el que se impartan artes, cultura y talleres sobre medio ambiente, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que las Islas Marías dejarán de funcionar como cárcel.
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Durante la conferencia matutina, el mandatario informó que a la fecha permanecen 600 reclusos considerados de baja personalidad, de los cuales serán liberados 200 en los siguientes días. El resto de ellos serán llevados a cárceles que queden cerca de sus hogares para que puedan ser visitados por sus familiares.
“Ha sido un penal de castigo, el envío de presos, violación de derechos humanos, el último motín se presentó en el 2003 porque se sobrepobló la isla con ocho mil reclusos y ahora hay 600 presos de baja peligrosidad, vamos a liberar a más de 200 y otros van a ser reubicados en cárceles cercanas a sus domicilio, los trabajadores también van a ser reubicados y la isla se va a convertir en un centro para las artes, la cultura, el cuidado del medio ambiente y la naturaleza”, explicó Obrador.
