Después del enfrentamiento armado entre pobladores de Texcaltitlán e integrantes de La Familia Michoacana se ha visibilizado de nueva cuenta el delito de extorsión de parte de grupos criminales a pobladores y productores de diferentes zonas del país, siendo Guerrero, Michoacán y el Estado de México los lugares principales donde sucede.
Antes de el enfrentamiento en Texcaltitlán ya se habían registrado denuncias por extorsión por parte de La Familia Michoacana, grupo que resurgió en la región de Tierra Caliente, donde implementaron el cobro por derecho de piso a los campesinos de la zona.
Tras varios cobros ilegales por parte de este cártel, varios agricultores comenzaron a hacerle frente a los criminales, sobre todo en los ejidos de Coronillas y Ciénega de Puerto Alegre en el estado de Guerrero. Fue en agosto de este mismo año que productores de limón en Michoacán denunciaron amenazas y extorsiones por parte de La Familia Michoacana.
Tras esto, el gobierno estatal aseguró que había abierto una carpeta de investigación, sin embargo, no sucedió nada, por lo que las extorsiones de este cártel se extendieron a otras divisiones de trabajo como lo son las tortillerías, las cuales comenzaron a ser objetivos para el crimen organizado.
De acuerdo a datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), desde 2018 el delito de extorsión va a la alza, pues de seis mil 895 denuncias en dicho año, en 2021 se registró un aumentó de nueve mil 408 casos en entidades como Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato, Nuevo León, Veracruz, y Zacatecas.
De estas entidades es el Estado de México el que más denuncias por extorsión acumula, pues tan solo en cinco años se registró un aumento del 52%, aún así, el gobierno federal no ha actuado para combatir este delito y no fue hasta lo sucedido en Texcaltitlán que se implementó un cuartel permanente de las Fuerzas Armadas en la zona.
