Desde hace casi cuatro años la comunidad otomí, residente de la Ciudad de México, tiene tomado el edificio del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y desde junio pasado extendieron su campamento a la avenida México-Coyoacán, ahora incluso impidiendo el paso peatonal.
El motivo del bloqueo se debe que les cortaron el suministro eléctrico en el edificio del IMPI.
Los inconformes mantienen el cierre de la vialidad con diversos objetos y un camión de una conocida refresquera, que retuvieron. Mientras daban la conferencia de prensa sumaron otro camión retenido; este de la CFE, al cual transitaba por las cercanías.