El pasado miércoles 10 de julio, Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, anunció que en su gobierno se construirán tres nuevas líneas de trenes de pasajeros para conectar al país.
Se trata de las rutas Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA)-Pachuca, México-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo y México-Querétaro-Guadalajara, que abarcan poco más de 1,200 km.
Detalló que este proyecto será desarrollado por ingenieros militares y empresas privadas.
“La verdad es que esto [la ampliación de trenes de pasajeros], junto con lo que presentamos ayer para los empresarios, los polos de desarrollo de bienestar que significan nuevas empresas, tiene un potencial enorme: trenes de carga vinculados con la conectividad, trenes de pasajeros y el desarrollo regional”, explicó Sheinbaum en aquella ocasión.
Sin embargo, expertos alertan que este proyecto de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México corre el riesgo de tener debilidad financiera y opacidad.
“Proyecto de Sheinbaum tendrá complicaciones para recibir recursos”
Gerardo Herrera, catedrático de negocios en la Universidad Iberoamericana, expuso tres observaciones que se deben tomar en cuenta:
1.- Los costos finales de la construcción de estos tres grandes proyectos.
2.- Las actuales finanzas públicas.
3.- La participación de militares en las obras, que se podría traducir en opacidad.
El especialista en negocios consideró la posibilidad de que el costo por estas tres vías férreas podría aumentar, tal como pasó con el Tren Maya.
“Mi consideración es que nuestra experiencia reciente más concreta de la construcción de un proyecto de esta envergadura en trenes México, es que fue muy mal estimado o que se quedaron muy bajos en costos”, mencionó.
Otra de las consideraciones que Herrera observó es el presupuesto público y las actuales finanzas. El déficit de las finanzas públicas, localizado en 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB), uno de los más altos en décadas, lo que podría complicar contar con el dinero para estas obras.
“Recibir las finanzas con un 5.9% de déficit público con la promesa de bajarlo a 3.5% es lo que ha dicho el secretario de Hacienda que va continuar. Mi segunda consideración es que esté bien estimado el costo, que es un dineral, y sí está mal estimado pues todavía más ¿Cómo van a conseguir esto con metas presupuestales de reducción de gastos?”, mencionó.
Durante su campaña, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México aseguró que se estaba trabajando en el presupuesto para las obras estratégicas y programas sociales, además de que ha dicho que continuará la austeridad.
“La cercanía de la toma de posesión de la primera presidenta también es un elemento a considerar en el levantamiento de las tres líneas de tren”, expuso el maestro de la Universidad Iberoamericana.
Lo anterior es señalado debido al anuncio de las licitaciones para la participación del sector privado en dichas obras.
Sin embargo, añadió, es necesario considerar la confirmación de la participación de las Fuerzas Armadas en la construcción de los más de 3,500 kilómetros de vías férreas.
Habrá opacidad por participación de militares en la obra
En otro tema, el catedrático en negocios expuso la posibilidad de que los trabajos, costos e información que los integrantes de las Fuerzas Armadas puedan tener, se maneje con opacidad.
“Todo lo que hace el Ejército es opaco, el Ejército no es transparente; todo lo manda a reservado, a seguridad nacional, etcétera. Si en general el gobierno debería ser transparente, debería serlo más en un proyecto de esta envergadura”, afirmó.
La participación de la iniciativa privada, de la mano del Ejército, añadió, es una “moneda de dos caras”, debido a que el gobierno no puede operar en solitario proyectos de este calado.
Ante las anteriores consideraciones, el experto se preguntó la rentabilidad de los proyectos ferroviarios, tomando en cuenta proyectos como el AIFA y el Tren Maya.
“Corresponde a la nueva administración presentarle a la sociedad el caso de negocios que respalde a estos proyectos”, comentó.
Con información de La Silla Rota
MSA