La salida de cientos de migrantes venezolanos ha puesto en alerta al vecino país de Colombia que ha reforzado su frontera para reducir el número de migrantes que intentan huír de su país. En ciudades como Cúcuta, la policía acorrala a los venezolanos que venden ilegalmente helados en las plazas públicas o que trabajan como prostitutas en burdeles, y los regresan a Venezuela.
El alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) señaló que 5 mil migrantes salen cada día, por lo que a ese ritmo se estima que este año 1.8 millones de personas, el equivalente al 5 por ciento de la población de venezuela dejará el país.
Más de un millón de venezolanos han huido en los últimos dos años y ahora se encuentran desplazados a lo largo de la región en una ola migratoria sin precedentes en la historia moderna de Latinoamérica.
Las acciones de los colombianos se producen en momentos en los que el presidente venezolano Nicolás Maduro trata de reforzar su control sobre el poder al prohibir que sus adversarios más fuertes se postulen para los comicios presidenciales convocados el 20 de mayo.
