Exclusiva Letra Roja: Así venden la droga en la UNAM (Video)

Para nadie es un secreto que en la UNAM se venden drogas. La llamada Ciudad Universitaria tiene ubicados por lo menos cinco puntos de venta de droga.

  • Los frontones que están en Ingeniería y Contaduría
  • Los Bigotes
  • Las Islas
  • Afuera de la Facultad de Filosofía y Letras y
  • Afuera de la Biblioteca Central

Letra Roja acudió a uno de estos puntos y logró captar en video cómo es la venta de mariguana. En la grabación se puede ver el momento en que nuestro reportero se acerca a un joven armando un churro. Este le indica el lugar exacto de la venta de drogas.

En el camino se puede ver a las patrullas 42 y 43 de los servicios de vigilancia de la UNAM. Están a escasos metros del punto de venta sin que se lleve a cabo ninguna intervención.

El vendedor ahí mismo cobra, ahí mismo despacha, ahí mismo hace negocio con drogas, en las instalaciones de la UNAM.

En esta ocasión los narcomenudistas no se encontraban en la barda que protege a la jardinera, como acostumbran, por “lo caliente del punto”, como señaló un vendedor, a raíz del asesinato de Lesvy Osorio, se tuvieron que mover 50 metros de dicho lugar y dispersarse por las bardas para jugar frontón.

No fue difícil llegar con ellos. Letra Roja se acercó con una persona que armaba su “porro” y éste dijo que estaban en los frontones.

“Se ha reportado que incluso hay coordinación entre vigilancia UNAM y la gente que realiza esta venta de drogas y es momento en que nadie hace nada”.

Al llegar con los vendedores primero pasamos un filtro. Un vendedor nos preguntó qué queríamos. Respondimos que mota. Nos dio precios y dijo recomendaciones. Cuando acordamos qué y cuánto compraríamos. Nos mandó con otra persona a que nos despachara.

“El chavo ese que está en el árbol. Él te la va a poner. En el árbol”, dijo.

Mientras nos poníamos de acuerdo, nos dijo que la gente de ahí era “relax”, que nadie nos iba a hacer nada, ni a decir nada, que nadie nos iba a faltar.

Intuimos que nos dijo eso para darnos la confianza necesaria para comprar. Sin embargo, después pensamos que hacía 10 días asesinaron a una joven a unos 400 metros del lugar donde realizamos la compra.

El vendedor que nos recomendó nuestro filtro preguntó cuánto y de cuál queríamos. “Mango, un gramo”, contestamos, era la recomendación del filtro.

Hicimos la compra-venta. La transacción fue rápida, pero aprovechamos para comentarles a los narcomenudistas que pensábamos que ya no estaban vendiendo. El vendedor dijo que se habían movido “un ratito por lo caliente”.

Ese mismo día el rector de la UNAM, Enrique Graue, anunció una serie de medidas seguridad para proteger al estudiantado entre las que se encuentran: ampliar el número de cámaras de seguridad en los espacios identificados como vulnerable; incrementar la vigilancia y el patrullaje en las instalaciones universitarias durante la noche y continuar el combate permanente a la venta de droga dentro de las instalaciones.

Sin embargo, ni las cámaras que se encuentran en la zona logran ver a los narcomenudistas, ni las patrullas de vigilancia UNAM, que se encontraban a 20 metros de donde están los grupos de vendedores de droga, pudieron darse cuenta de la venta y compra de droga. Y con ello el combate al narcomenudeo en el campus resulta dudoso.