Luego de ser encontrado el estudiante de la UNAM, Marco Antonio Sánchez, en Tlalnepantla, Estado de México, el procurador General de Justicia capitalino, Edmundo Garrido, aseguró que de acuerdo con las indagatorias no hay elementos para indicar que la desaparición del joven por cinco días haya sido por un secuestro, por lo que sólo se investiga el actuar de los uniformados que lo detuvieron.
Con hermetismo y por la puerta trasera de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, Marco Antonio salió hacia el hospital psiquiátrico Juan N. Navarro, acompañado por personal de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
En entrevista para Imagen Televisión, el titular de la PGJ capitalina, aclaró que las indagatorias ahora se centran en el actuar de los uniformados que detuvieron al estudiante de la Preparatoria Número 8 cerca del Metro El Rosario el pasado 23 de enero.
Explicó que según las declaraciones de los elementos de seguridad, Marco Antonio Sánchez fue liberado unos metros después del lugar de donde fue detenido debido a que no había una parte acusadora.
Garrido Osorio indicó que en este momento esperan la recuperación del estudiante para que pueda rendir su declaración sobre lo sucedido.
Además, el procurador detalló que, de acuerdo con las primeras valoraciones médicas, Marco Antonio Sánchez presenta golpes en el rostro y el cuerpo; tiene lesiones que tardan en sanar más de 15 días, pero menos de 60 y no dejan cicatrices.
