México y Estados Unidos han sentado este viernes las bases para un acuerdo de seguridad que pretende marcar el comienzo de una nueva etapa en las relaciones bilaterales. Además también le dicen adiós a la Iniciativa Mérida o “Plan Mérida” establecido en 2008.
Con este nuevo acuerdo, los Gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y de Joe Biden han pactado la creación de una “red para la prevención del homicidio” y se han comprometido a fortalecer la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de armas, entre otras medidas. “
“Después de 13 años de Iniciativa Mérida, ha llegado el momento para un nuevo enfoque a nuestra cooperación en materia de seguridad”, subrayó el secretario de Estado de EU.
En el marco del Diálogo de Seguridad de Alto Nivel entre México y Estados Unidos, que se llevó a cabo en la sede de la SRE, el canciller Marcelo Ebrard enterró por completo el nombre de Iniciativa Mérida para dar paso al Acuerdo Entendimiento Bicentenario México-Estados Unidos para la seguridad, la salud pública y comunidades seguras.
Te puede interesar | Hay nuevo acuerdo de seguridad entre México y Estados Unidos
¿Por qué desaparecer ‘Plan Mérida’?
Mientras que AMLO asegura que el plan fracasó en su objetivo de desmantelar a las organizaciones criminales y en cambio disparó la violencia; Estados Unidos reivindica que la Iniciativa Mérida fortaleció la cooperación, el profesionalismo y la transparencia de las agencias policiales mexicanas.
“El objetivo de forjar una nueva estrategia común no será fácil”, comentó a la AFP Michael Shifter, presidente del centro de reflexión Diálogo Interamericano.
“Si se mide en función de si redujo el tráfico de drogas y la violencia en México o detuvo el flujo de armas desde Estados Unidos, claramente (la Iniciativa Mérida) fracasó”, añadió Shifter.
Es decir, con este nuevo acuerdo México ya no recibirá equipo militar de Estados Unidos y tampoco estará sujeto a la supervisión del Congreso estadunidense.
También le pone fin a la licencia que tenían las agencias de Estados Unidos para espiar en nuestro país y, por el contrario, promueve el intercambio de información contra el narco.
El nuevo enfoque recalca, no obstante, que se mantendrá la persecución a los criminales.
La caída de grandes criminales como Joaquín “El Chapo” Guzmán provocó una fragmentación de los grandes cárteles en múltiples bandas que dependen ahora de una “cartera criminal más diversa”, señala el centro de investigación Insight Crime.
AIS
Con información de El Economista y El País
