Discrepancias en materia económica, decisiones de política pública sin sustentos, personajes influyentes con un patente conflicto de interés, y evidentes diferencias que tuvo con integrantes de la 4T, fueron razones suficientes para que Carlos Urzúa desertara continuar siendo parte de un modelo obradorista fallido.
La dimisión de Urzúa, al parecer, ya era esperada por algunos, y ya se veía venir desde el año pasado, incluso, Obrador informó que el funcionario pidió que su baja se hiciera pública hasta el sábado 13 de julio, sin embargo, algo pasó el pasado fin de semana, para que detonara la renuncia este martes, acompañada de un duro mensaje no sólo al presidente sino a los mexicanos.
De hecho, se rumora que también Arturo Herrera (tal vez por eso la cara en el momento de su nombramiento) planteó su renuncia; quería irse junto con Urzúa, pero a éste no lo dejaron.
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El tabasqueño afirmó que la renuncia se dio debido a la diferencias que Urzúa tenía con el Plan Nacional de Desarrollo, con el Jefe de Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, y con el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
El primer desacuerdo se vio con el flamante Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Romo apostó y aseguró a los empresarios que seguiría el proyecto de Texcoco, al paso que ya Urzúa -siguiendo las indicaciones de AMLO- lo sepultó.
Después, vinieron las medidas para combatir el huachicoleo y el consecuente desabasto de gasolina, las huelgas de Matamoros, la andanada contra los contratistas de la CFE, la austeridad en el gasto público, y una serie de anuncios con impacto extremo dentro de las finanzas públicas, que terminaron en una descalificación a Pemex y obligaron al gobierno a no solicitar más deuda.
Lo anterior, provocó discusiones con Manuel Bartlett, titular de la CFE y Rocío Nahle en la Secretaría de Energía, ambos apoyados por López Obrador, dándole la espalda a Urzúa.
Pasando lo mismo con la construcción de la refinería de Dos Bocas, provocando diferencias con el ahora secretario de Hacienda, Arturo Herrera.
Definitivamente, la carta de renuncia de Urzúa es más una advertencia que un agradecimiento, pues líneas abiertas y palabras clave, nos deja claro, que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con tan sólo siete meses, es un fracaso.
