El pasado 22 de noviembre del 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto con el cual catalogaba a sus megaconstrucciones faraónicas e inservibles como “seguridad nacional”.
Con ello, se impedía que se entregara información acerca de su proceso de construcción.
Además, permitía la emisión de permisos o licencias provisionales, en menos de cinco días, para dar pronto inicio a su construcción; esto sin importar los estudios de impacto ambiental y se pasaba por encima de los amparos que promovían ciudadanos en contra de las megaobras.
Sin embargo, esta tarde la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional el denominado “decretazo” por considerar que obstaculiza e inhibe el acceso a la información de toda la ciudadanía respecto a las obras de la 4T.
¿Cuál fue la razón o el motivo por el cual AMLO firmó un decreto para ocultar todas las corruptelas de sus megaconstrucciones?
La emisión de este “decretazo” se dio tres días después de que Carlos Loret de Mola reveló una investigación en la cual se exhibe como el Ejército Mexico entregó contratos a empresas fantasmas para la construcción del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA).
En noviembre de 2021, tres días después de que publicáramos una investigación sobre los contratos otorgados por el Ejército para el AIFA, el Gobierno publicó un decreto para que la información de todas las megaobras fuera ocultada por ser de “seguridad nacional”. https://t.co/8iMvw0NsVH
— Isabella González (@isagvh) May 18, 2023
De acuerdo con la indagatoria que se mostró en su noticiero de Latinus el pasado 19 de noviembre de 2021, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) entregó 966 contratos para la construcción de esta terminal aérea y se detectó que se entregaron contratos a empresas fantasmas, a compañías acusadas de desvío de recursos, a proveedores de juegos infantiles a los que rentaron tractocamiones, y hasta un señor en una pequeña tlapalería que, según los papeles, es el principal contratista del aeropuerto.
El escándalo de Santa Lucía. El Ejército dio contratos millonarios a empresas fantasma: no existen direcciones ni dueños. Hasta una empresa que renta juegos infantiles resultó proveedora de tractocamiones. El reportaje de @isagvh en #Loret de @latinus_us: https://t.co/lX6p6TIYX3 pic.twitter.com/Y4PUkZDMy4
— Carlos Loret de Mola (@CarlosLoret) November 19, 2021
Con información de Latinus y Forbes México
MSA