Este viernes, Morena consiguió colocar al frente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJ-CDMX) a un “alfil” del lopezobradorismo: el magistrado Rafael Guerra Álvarez. Y además, resulta que la esposa de este personaje podría convertirse en la próxima Fiscal General de la República, con lo que otro organismo diseñado para ser autónomo estaría bajo el control del presidente electo.
Y es que, por un lado, el nuevo presidente del TSJ-CDMX fue el encargado de defender al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, durante su proceso de desafuero en 2005. Mientras que su esposa, Eva Verónica de Gyves Zárate, está entre la terna propuesta por el tabasqueño para ocupar la titularidad de la Fiscalía General (los otros aspirantes son Bernardo Bátiz y Juan Luis González Alcántara Carrancá.
Además, la Guerra Álvarez y Gyves de Zárate son compadres de Rosa Icela Rodríguez, quien será la secretaria de gobierno de Claudia Sheinbaum en la capital.
Pero eso no es todo. Cabe recordar que para ocupar la vacante que se abrirá el 30 de noviembre en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, López Obrador impulsa a Paula García Villegas, hija de la próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. También propone a Yasmín Esquivel, esposa de su contratista favorito, José María Rioboó.
De modo que López Obrador aspira a controlar tres puestos claves en la impartición de justicia.
¿Y el respeto a la división de poderes?
