El presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró este viernes la primera fase de la refinería ‘Olmeca’, en Dos Bocas, Tabasco.
Aseguró que esta megaobra era “un sueño hecho realidad” ya que gracias a ella se cumpliría la meta de que México alcance la autosuficiencia energética.
Sin embargo, habitantes del municipio de Paraíso, donde se construyó esta refinería, no comparten las mismas ilusiones del mandatario tabasqueño pues comenzaron a reclamar diversos problemas por culpa de esta planta.
Vecinos de la colonia Lázaro Cárdenas denunciaron que esta refinería ha causado diversos problemas ecológicos; por ejemplo que causó un gran tapón al agua que tenía su cauce natural hacia el mar y zona de cocotales.
“Con la barda cortaron el dren y ahora cuando hay una lluvia nos inundamos, el agua ha llegado a las rodillas y ha efectuado muebles y refrigeradores”, lamentaron.
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Otro problema que denuncian es el ruido que genera.
“Cuando hacen las pruebas, las máquinas, el ruido es insoportable, y el tercero la contaminación, nos estamos ya metiendo el humo de los químicos, los solventes, imagina un anafre, al prenderlo el humo viene hacia uno porque las corrientes de aire provienen del mar, pues es lo que ocurre con la Refinería, ya estamos respirando los químicos”, añaden.
Asimismo, señalan que la refinería ‘Olmeca’ les cambió la vida para mal.
“Ahí donde están los patios nosotros hacíamos nuestros pollos asados, teníamos ahí una hamaca, la pura naturaleza, y los de Pemex o la Secretaría de Energía no se han presentado con nosotros para darnos la atención sobre las afectaciones, nada”, reprochó un habitante quien comentó que ha colocado lonas en su patio para evitar que el polvo de la obra se impregne en la ropa que está en el tendedero o se vaya al interior de su casa.
Por otro lado, al menos 30 vecinos de esta colonia dejaron sus casas debido al polvo que genera la refinería.
“Es la Refinería de mi paisano (el presidente Andrés Manuel López Obrador), lo queremos mucho, pero vaya que si nos afectó esto, cae y cae el polvo, nunca se acaba, y eso que aún no empieza a operar, con las pruebas de la Refinería también hay muchos apagones, o baja el voltaje”, lamentó doña Amalia, una señora de 67 años quien advirtió que el olor del agua estancada también comienza a ser un tema de salud.
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A metros de la Refinería también se encuentra el Jardín de Niños “Agustín Melgar”, la Escuela Primaria “Abias Domínguez Alejandro” y un deportivo para petroleros, que sólo ocupan, por ahora, unas estudiantes para entrenar voleibol y unos jubilados para jugar béisbol.
“Hay un abandono a las instalaciones de Pemex, los trabajadores sindicalizados estuvimos fuera de la Refinería, y ahora también en las instalaciones que nos corresponde por contrato, hay molestia contra Pemex”, reclamó Pedro Moreno un jubilado de la Sección 50.
Con la creación de la Terminal Marítima de Dos Bocas, la Colonia Lázaro Cárdenas comenzó a edificarse para los trabajadores de Pemex en los años 80.
Sin embargo, las viviendas fueron construidas a 3 kilómetros de esa planta.
“Aquí estamos a 50 metros de la Refinería, recibiendo todo el polvo, vea las calles, los vehículos, siempre empolvados, esta parte como que no se pensó debidamente y es algo que debe considerarse, aquí el problema es que aunque existen comités vecinales, no se empuja una denuncia seria por miedo a las autoridades, muchos son expetroleros, temen perder sus propiedades, o no sé, pero eso nos tiene afectados a todos, porque no nos unimos para exigir que nos mitiguen los daños”, expuso otro vecino, cuya vivienda se ubica a unos pasos de la Puerta 1 del nuevo complejo petrolero.
Con información de diario.mx y MSN Noticias
MSA
