Este sábado 17 de abril entró en vigor el nuevo Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil el cual obliga a los usuarios proporcionar sus datos biométricos para facilitar su información personal a las compañías que prestan este servicio y para combatir diversos delitos como la extorsión telefónica.
Este ocurrió luego que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) publicó un decreto en la edición vespertina de este viernes en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Con ello, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) deberá crear una base de datos en donde los mexicanos deberán entregar su información personal para mantener activas sus líneas telefónicas, de no hacerlo quedarán suspendidas.
Sin embargo, este capricho del presidente Andrés Manuel López Obrador nos saldría caro a todos por dos motivos:
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En primera, se requerirá mínimo 110 millones de pesos para crear la base de datos el cual contendrá la información y los datos biométricos de los mexicanos.
Durante una entrevista otorgada a La Razón, Adolfo Loera, presidente de la empresa mexicana Biometría Aplicada, comentó que es viable crear este padrón gracias a las nuevas tecnologías que hacen de la biometría un instrumento prácticamente inhackeable.
Sin embargo, apuntó que recabar los datos, la magnitud de registros, darle mantenimiento y volverlo seguro y confiable representa un proyecto “retador”.
Por ello , estimó que el costo de su creación ascendería hasta a 25 millones 950 mil dólares, inclusive aproximadamente 519 millones de pesos.
Pese a que los sistemas de telefonía ya cuentan con un sistema operativo con los registros de sus clientes, indicó que hace falta integrar las tecnologías biométricas para desarrollar el padrón.
“El costo que va a hacer el IFT es el de los servidores y software, encriptamiento y seguridad; incluso ya pidió 108 millones de pesos, pero no se los han etiquetado”, expuso la senadora del PAN, Xóchitl Gálvez, quien advirtió que estos recursos “son pocos”.
Por su parte, el IFT solicitó al Gobierno Federal cerca de 109.8 millones de pesos para el primer año de operación de este padrón de telefonía celular.
“El mantenimiento del padrón viene del erario, pero, al no tener recursos el IFT, la Secretaría de Hacienda se los tiene que dar en algún momento para arrancar. Lo que hay es poco. Imagínate lo que cuesta, pues son sistemas de seguridad complejos. Entonces el IFT debe hacer lineamientos para mantener los datos de manera segura, porque si un hacker se mete, se pueden volar los biométricos de todos”, explicó.
Por otro lado, las bancadas de oposición alertaron que este nuevo padrón se presta para ser una nueva herramienta autoritaria, ya que las autoridades federales podrán tener acceso a la información biométrica de los mexicanos, lo cual les será más fácil identificar y ubicar a la persona que deseen.
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Con información de El Economista y La Razón
MSA
