Después de casi 60 años de haber sido sepultados por una avalancha, fueron localizados los cadáveres de tres alpinistas desaparecidos el 2 de noviembre de 1959.
Este 13 de noviembre elementos del ejército mexicano, lograron ascender a la cima del Pico de Orizaba -la montaña más grande del país-. El caso se tornó relevante en el 2015 al descubrirse estos restos.
Según el testimonio del alpinista Luis Espinosa, que ahora tiene 81 años, aseguró que se trataría de tres compañeros perdidos casi seis décadas atrás a 5,610 metros de altura. A decir del veterano alpinista los cuerpos momificados corresponden a:
Enrique García Romero, ‘el Calavera’, de 24 años de edad; Juan Espinoza Camargo, de 17 años de edad; y el experto de montaña Manuel Campos Pérez, el Indio Verde.
Los cadáveres fueron trasladados a la Ciudad de Puebla, para que se les sean practicados exámenes de ADN, localizar a sus familiares y estos puedan dar sepultura, a casi 6 décadas de su desaparición.
