El día 2 de abril ha sido designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Mundial de Concientización Sobre el Autismo. El propósito de la asamblea es crear mayor conocimiento entre la población de que el trastorno existe y poner de relieve la necesidad de contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo, y el apoyo a los familiares.
Fue el psiquiatra estadounidense Leo Kanner quien define por primera vez en 1943 al autismo como un trastorno que presenta alteraciones en tres áreas fundamentales: 1) en las relaciones interpersonales, 2) en el lenguaje que propicia problemas de comunicación, y 3) y en ciertas habilidades mentales que provocan conductas estereotipadas —repetir un mismo movimiento—, y sensibilidad emocional.
En sus inicios, las causas del autismo fueron atribuidas a la relación con los padres en donde éstos eran calificados como fríos y ausentes por lo que los niños desarrollaban problemas en la relación con los demás. Sin embargo; estudios posteriores han mostrado que esta hipótesis ha sido falsa y las investigaciones actuales se han enfocado a alteraciones genéticas y en el sistema nerviosos central. Lo cierto es que las causas no se han podido establecer con certeza.
Un niño con autismo, en apariencia tiene un desarrollo adecuado, su aspecto físico no muestra ninguna deformidad, por lo que el diagnostico temprano del trastorno resulta difícil de realizar.
Muchos padres pueden sospechar que algo sucede pero el sentirse culpables por pensar que no están educando bien a su hijo y que esto sea la causa de las dificultades en el desarrollo del niño, no les permite ver con claridad lo que está sucediendo.
Los síntomas del autismo se manifiestan en la primera infancia, siendo los siguientes los que con mayor frecuencia se manifiestan: la baja actividad motriz —pasividad en los movimientos—, falta de contacto visual con la madre, falta de la sonrisa social —al reconocer a algún familiar—, ausencia de conductas anticipadoras —como levantar los brazos para ser levantado—, preferencia por juegos repetitivos relacionados con clasificar objetos —juego esteriotipado—, tendencia por repetir conductas —comer a la misma hora, sentarse en el mismo lugar de la mesa, comer los mismos alimentos, ordenar la comida de la misma forma en el plato—-, lenguaje limitado tanto verbal como de señas y cierto grado de retraso mental.
La atención que requiere una persona que presenta el trastorno autista así como sus familiares; tiene que ser multidisciplinario en donde intervengan diferentes especialistas encargados de brindar la atención emocional necesaria para la familia —padres y hermanos—, así como lograr el desarrollo de las habilidades que le permitan al sujeto que presenta el trastorno autista una mayor independencia, de tal manera que pueda dejar de estar “encerrado en sí mismo” y hasta cierto grado pueda valerse por sí mismo.
En la actualidad, existen mas estudios que permiten hacer un diagnostico temprano así como asociaciones que brindan atención, orientación a personas que presentan el espectro autista y a sus familiares.
Por: Psic Ma Elena Salazar P.
