Tanta expectativa generó el informe de los 100 días del gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, todos los medios y, sobretodo, los mexicanos, esperamos que no fuera una conferencia mañanera más, pero no fue así.
El presidente repitió los mismos datos que en sus conferencias diarias, todos menos uno: “Se han creado 220, 618 nuevos empleos y la adquisición del salario está mejorando”, según la información de Obrador, en sus poco más de tres meses en el poder, México tiene a más de 200 mil personas empleadas.
Tal vez lo olvidó, pero aquí le recordamos que con el “capricho” de cancelar la construcción del NAIM se perdieron 70 mil empleos, sin dejar de lado los 120 millones de pesos; también, las trabajadoras de las estancias infantiles vieron mermado su labor cuando el presidente decidió no entregar más recursos a estas instituciones.
De igual forma, parece que se le olvidaron los empleos que se perderán al entregar el presupuesto de los refugios para mujeres víctimas de violencia a las propias afectadas y no al organismo. Los cientos de trabajadores que perdieron su empleo en dependencias gubernamentales, no aquellos que se caracterizan por robar sino aquellos que de verdad se presentaban a trabajar y les tocó el “ajuste de austeridad”.
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Sin olvidar que el economista Macario Schettino contabilizó el desempleo de 200 mil trabajadores en comparación con el mes de noviembre pasado.
Sumando, el titular de ejecutivo queda sin ganancias o, si somos exigentes, le queda debiendo a todos esos mexicanos que sí salen cada mañana a ganarse el pan.
