El alcalde de Tula, Hidalgo, Manuel Hernández Badillo, entregó 763 colchones hechos de basura que tenían chinches, pulgas y otros insectos.
Lo que provocó no solo la queja ciudadana, sino ronchas, alergias y otros problemas de salud a la población.
Lo anterior se llevó a cabo como parte de las acciones de ayuda a los damnificados por la inundación del 6 septiembre de 2021.
En una denuncia que presentó al auditor superior de Hidalgo, Armando Roldán, los afectados revelaron irregularidades en la entrega de esos colchones.
“Tenía mal olor y se estaba descosiendo. Mi pequeño de tres años resultó con salpullido. Notamos que había unos pequeños bichitos negros.
“También yo presenté ronchas en el cuerpo. Era el único que teníamos para dormir cuatro personas. Dejamos de usarlo para dormir en el suelo”, acusó Gloria Valdez Alonso.
Por estas irregularidades, Noé Paredes, presidente de la organización Unidos por Tula A.C., informó que, en los próximos días, la Auditoría Superior y la Contraloría de Hidalgo emitirán su dictamen.
Explicó que se podrían configurar varios delitos, entre ellos, malversación de fondos y otros de tipo fiscal y administrativo.
Lo que involucraría al director de Adquisiciones, Juan León Monroy; a la contralora Interna, Gabriela Patricia Ponce, y al propio alcalde.
En el “Informe Técnico sobre la calidad de los colchones que se dieron en donación”, se concluyó que:
El valor de cada unidad no supera los 50 pesos, aunque el ayuntamiento pagó entre 850 y mil 500 pesos por cada uno.
Por los 763 colchones, la alcaldía gastó 979 mil 678 pesos. De ellos, 428 fueron comprados a Comercializadora Nassim, S.A. de C.V., a la que se pagaron 509 mil 628 pesos.
De otras 200 unidades, la proveedora fue Evandani Yunnuen León López, con un costo de 336 mil 400 pesos.
Y los 135 restantes se compraron a Expomuebles San Lorenzo, S.A. de C.V., con un costo de 133 mil 650 pesos.
