El pasado viernes 29 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró su “Megafarmacia del Bienestar”, con la cual pretende garantizar el abasto de medcamentos en todo el país.
“Que se tengan esas medicinas, todas las medicinas y de manera gratuita. Que no cuesten, que no se cobre ni el envío. Ese es el ideal que hoy comenzamos a convertir en realidad (…) el derecho a la salud”, expresó.
Sin embargo, especialistas en materia de salud criticaron esta propuesta, pues explicaron que la problemática del desabasto de medicinas en el país es más compleja y que no hay una logística para darle el manejo adecuado del inventario, ni para mantener el ciclo de vida de los medicamentos y que estos sean utilizados antes de caducar.
Por ello, calificaron esta “megafarmacia” como una ocurrencia, un disparate, “una burla y con dolo” de AMLO para los mexicanos, y que sólo refleja su nivel de ignorancia en este tema.
4T está abriendo el almacén centralizado sin responder cómo funcionará el sistema
A esta postura se suma los señalamientos de Mauricio Rodríguez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien calificó esta “megafarmacia” como una locura.
“Que el gobierno está abriendo el almacén centralizado sin responder cómo funcionará el sistema, especialmente para los medicamentos que se necesitan con urgencia”, dijo.
Alertó que se corre el riesgo de duplicar la capacidad de almacenamiento de los sistemas de salud actuales, o de situar en un solo lugar demasiados insumos, con los peligros que puede suponer eso.
Y, en su opinión, nada garantiza que con esta estrategia se acabe la corrupción.
“México tiene un sistema de salud público muy fragmentado y desarticulado —varias entidades nacionales que dan servicio a poblaciones distintas más los servicios estatales— y en medio siempre ha habido un sistema de compra y distribución de medicamentos marcado por la corrupción”, coincidió con expertos.
Con información de La Silla Rota y Los Ángeles Times
MSA