En el FAM, la estrategia es más importante que la simpatía

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Foto: El Universal

José Alberto Márquez Salazar

Este lunes, el comité Organizador del Frente Amplio por México (FAM) informó que aceptó a trece competidores para elegir a quien será su organizador rumbo al proceso electoral del 2024.

 

Como es de conocimiento público, la elección del responsable de organizar al FAM se compone de tres etapas dentro de las cuales se formularán foros, dos estudios de opinión y dos consultas (una de ellas, directa). La persona que tenga mejores resultados en el segundo sondeo y en la consulta directa, será la designada, el 3 de septiembre, por el Comité Organizador.

 

El primer paso consiste en que cada aspirante debe recabar entre 150 y hasta 200 mil firmas de apoyo, entre el 12 de julio y 5 de agosto. Con estas firmas más el listado de las y los ciudadanos que se inscriban, sin decidir preferencia, se formará un padrón para llevar a cabo una consulta directa el 3 de septiembre en las sedes determinadas, en los 300 distritos electorales, por el Comité Organizador.

 

Cuáles son los filtros: a) la recolección de firmas que da derecho a participar en el primer Gran Foro; b) el primer sondeo; c) un segundo sondeo; y d) la consulta directa el 3 de septiembre.

 

De los trece personajes que cubrieron los primeros requisitos, para la inscripción, cuatro recibieron mayor atención de los mismos organizadores del FAM y de los medios de comunicación: Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Xóchitl Gálvez y Santiago Creel, identificados con el Partido Acción Nacional.

 

Este lunes, el periódico El Heraldo de México publicó una encuesta con bajo grado de confianza pues aceptó la participación de las personas sin importar la preferencia partidista. En dicho ejercicio, Xóchitl Gálvez tiene un 23.3 % de preferencia; Santiago Creel, 10.7; Beatriz Paredes, 8.3; Enrique de la Madrid, 8.0; Miguel Mancera, 6.2; García Cabeza de Vaca, 6.0; Gabriel Quadri, 3.3; Silvano Aureoles, 2.1 y Jorge Luis Preciado, 2.0 %. En la encuesta no se mencionó a otros competidores, que, en la suma, serían 4: José Jaime Enríquez Félix, Ignacio Loyola Vera, Israel Rivas Bastida y Sergio Ibán Torres Bravo.

 

Si bien, es cierto, parece que se le ha dado espacio a la Sociedad Civil (SC), la principal importancia la tienen las estructuras de los partidos políticos. Veamos el proceso de las dos consultas directas.

 

La recolección de firmas. Acá basta con que las dirigencias, militantes y simpatizantes de los partidos políticos movilicen a sus afiliados para conseguir el número solicitado. Nacen preguntas: La estructura del PRI ¿a qué lado se inclinará o generará firmas de apoyo, a Beatriz, a Enrique, o a los dos?  En el caso del PAN, parece más factible que la estructura apoye a Santiago Creel dado que Xóchitl Gálvez ha afirmado que no es “panista”. Tanto de la Madrid como Gálvez recurrirán al apoyo de la SC (de hecho, ésta afirmó que cuenta con más de 80 mil voluntarios, lo que le hace más fácil conseguir firmas). En el caso de Enrique de la Madrid, además de la SC, recurrirá a la estructura que, medianamente, construyó durante su más de un año de recorridos por el país.

 

Si los cuatro alcanzan las 150 mil firmas mínimas, el FAM tendrá, de entrada, un padrón de 600 mil voluntades (o de 800 mil).

 

Hagamos un primer ejercicio. Ya colectadas las firmas y saltado el primer requisito, viene el primer Gran Foro y el primer sondeo. Solamente calificarán los tres primeros lugares. Si tomamos la encuesta de El Heraldo, con todas las dudas, Gálvez, Creel y Paredes calificarán a la segunda ronda. Si en ese momento se diera la votación, utilizando solamente el padrón de las 600 mil firmas, ¿a dónde se inclinarían las de Enrique de la Madrid?

 

Pero hay un factor. Sumemos a esas 600 mil firmas las de los otros aspirantes que no las lograron. Imaginemos que, en promedio, éstos consiguen un mínimo de 10 mil, cada uno. Entonces el padrón del FAM, para la elección, será de 690 mil firmas. Los tres principales competidores tendrán sus 150 mil votos asegurados, teóricamente, y quedarán 240 mil a convencer, a ganar con la negociación.

 

En otras palabras, ¿a dónde se inclinarán las firmas o simpatías de los aspirantes que no pasaron a la segunda etapa?

 

Un factor más. El procedimiento abre la posibilidad que ciudadanas y ciudadanos se inscriban en el padrón de votación, hasta el 20 de agosto. El Comité Organizador del FAM no precisó cuál sería el número máximo de inscritos sin preferencia declarada.

 

¿A dónde irán los votos de esas personas que se inscribieron en el padrón del FAM, pero que no manifestaron su preferencia?

 

¿La SC tiene preminencia en la designación del responsable para organizar al FAM o son las estructuras de los partidos políticos?

 

Ganar la distinción de ser el encargado de organizar al Frente Amplio por México no tiene que ver solamente con la simpatía y la “disrupción” mediática, también -y fundamentalmente- es cosa de estrategia y negociación, de política. Por eso es más interesante que las opacas y ya decididas “encuestas” en las que participarán los contendientes del Movimiento de Regeneración Nacional donde la sociedad civil es espectadora, solamente.