En la Ciudad de México (CDMX), los ciudadanos respiran azufre todos los días, algo que va dañando su salud poco a poco.
De manera inevitable, a diario los habitantes de la capital del país están expuestos a concentraciones de azufre (SO2) que pueden impactar su salud.
Gracias a una herramienta desarrollada por el Observatorio de Calidad del Aire del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICACC) de la UNAM se muestra cómo el corredor industrial de Tula, en donde operan una termoeléctrica y una refinería, y el volcán Popocatépetl, en Puebla, son las dos fuentes principales del dióxido de azufre que se respira en la CDMX.
El mapa satelital del Observatorio registra a las columnas de este contaminante que surgen a diario desde estos dos puntos para después dispersarse con el viento hacia el Valle de México.
“Han surgido productos satelitales gratuitos que nos permiten tener una idea de las emisiones de SO2”, expone un estudio realizado por la ingeniera en geofísica Brisseida Hernández en la Universidad Autónoma de Puebla.
Dicho estudio también detalla que, “la refinería de Tula, Hidalgo, y las emisiones del volcán Popocatépetl, en los límites de Puebla, Morelos y el Estado de México explican la presencia de altas concentraciones de SO2 observadas desde el espacio”.
Hernández explicó que la exposición al SO2 impacta tanto en la salud de las personas como en la biodiversidad de los ecosistemas locales.
“La exposición a corto plazo puede dañar el sistema respiratorio y circulatorio. Las personas con asma, especialmente niños y ancianos, son más sensibles”, dijo la experta.
Asimismo, cifras del Sistema de Monitoreo Atmosférico (Simat) indicaron que de los 104 días del año transcurridos hasta el viernes, la contaminación por dióxido de azufre reportó picos por encima de los niveles aceptables en 14 de ellos.
Respecto a los niveles más elevados, estos se han registrado en los municipios conurbados del Estado de México, al norte de la ciudad.
“Las características meteorológicas y topográficas de la zona crítica del corredor Tula dirigen la dispersión de contaminantes hacia el sur, lo cual contribuye al deterioro de la calidad atmosférica del Valle de México”, concluye un estudio de la organización Iniciativa Climática de México (ICM).
Durante la discusión de la reforma eléctrica, un estudio reveló que, en la CDMX, los ciudadanos respiran azufre todos los días, algo que va dañando su salud poco a poco.
Con información de Reforma
JZ