Luego de que el plan económico del presidente Andrés Manuel López Obrador no convenciera a gran parte del sector empresarial en el país, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) dio a conocer que comenzará a trabajar con las medianas y pequeñas empresas para intentar rescatar la economía mexicana.
De acuerdo con su plan, empresas de gran renombre “adoptarían” a varias marcas más pequeñas con el objetivo de contribuir con el pago de salarios, compartir proveedores, asesoría administrativa y hasta procesos de digitalización.
“Hay que hacer un esfuerzo privado para coordinar recursos privados ante esta negativa de apoyos de recursos públicos, y ver qué alcance podríamos lograr”, detalló el presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín.
Lo anterior luego de una reunión que sostuvo el organismo con hasta 4 mil empresarios que decidieron hacerle frente a las nulas acciones del Gobierno Federal para rescatar a las pymes durante la crisis de COVID-19
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Según Lomelín, de tener éxito la unión que irónicamente generó el propio mandatario podría aminorar el impacto negativo en la caída del Producto Interno Bruto (PIB) a tan sólo 2.5 por ciento e incluso, en el mejor de los escenarios, podría quedarse en 0.0 por ciento en vez del 10 por ciento de pérdidas que algunos expertos pronosticaron.
“El objetivo ha sido proteger el empleo, el salario y los ingresos, sentar las bases para que después de 90 días podamos recuperarnos. Insistir que el problema es de liquidez, no de solvencia, no hemos pedido rescate de compañías”.
