El Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM) se cae a pedazos. No sólo en la parte aérea, instalaciones y servicios, sino ahora también por los problemas laborales que enfrentan cientos de colaboradores; ya no saben si son empleados o esclavos.
La periodista Lourdes Mendoza, en su columna publicada en El Financiero, señaló que de acuerdo a empleados anónimos, con el último cambio de administración, en el AICM se han enfrentado con intimidaciones, despidos injustificados y malos tratos laborales.
Juan, un empleado que pidió proteger su identidad, contó en las malas condiciones en que los hacen trabajar. Asegura que entre otras cosas, les piden total disponibilidad, pero negándose a pagar horas extra; dándoles vacaciones en algunas áreas, sujetas a que éstas sean cuando no es temporada de lluvias, además de constantes intimidaciones para quienes se quejen.
“Nos han dicho cosas como ‘cuiden su trabajo, que la calle está peor’”, expuso Juan.
Acusó que personas que estaban cerca de jubilarse fueron despedidas sin recibir una liquidación. Casos que son de hasta dos años de antigüedad y por los que algunos exempleados mantienen batallas legales para, al menos, recibir una liquidación digna y acorde a su tiempo de labores.
De acuerdo al empleado anónimo, todos estos problemas se agravaron con la llegada de los nuevos directivos del equipo de Morán Moguel, quienes han llenado las plazas con allegados suyos.
“Ahora, las nuevas personas han llegado colocadas en los niveles más altos, esos que, recuerda, el gobierno prometió eliminar por temas de austeridad y simplemente no han desaparecido en el aeropuerto”, dijo.
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