Después de más de dos siglos un emperador japonés decidió abdicar al trono, se trata de Akihito, que le cederá el trono del Crisantemo a su hijo mayor Naruhito.
A sus 85 años, Akihito seguiría siendo emperador hasta la medianoche de este martes, para después dar paso al día 1 de la nueva era imperial “Reiwa” (bella armonía) y dar por terminada tres décadas de la era “Heisei” (logrando la paz).
La ceremonia se llevó a cabo en el Salón del Pino (Matsu-no-Ma), ésta fue breve, pues solo duró 10 minutos.
Cabe señalar, que esta es la primera vez que un emperador cede el trono en vida, gracias a una ley excepción creada para Akihito.
Aunque desde 2016, el soberano ya había dado a conocer que deseaba dejar el poder, ya que “no podía ejercerlo en cuerpo y alma”, por sus edad y estado de salud.
Esta ceremonia de abdicación, y la fecha misma, fue propuesta por el gobierno japonés, pues la familia real no tuvo participación al respecto.