EL PAPA HA MUERTO, VIVA EL PAPA

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Foto: La Otra Opinión

La muerte del Papa Francisco, de nombre Jorge Mario Bergoglio (1936-2025), primer Papa Latinoamericano, argentino de padres italianos, que había sucedido a Juan Pablo II y a Benedicto XVI. De la Orden de los Jesuitas, de barrio pobre, sensible, dispuesto a escuchar y a reconocer los errores propios y de la Iglesia. Cercano y a favor de los que menos tienen, con claridad y sencillez, sostuvo siempre un discurso de apertura, acompañado de su peculiar sonrisa.

Aunque no resolvió varios temas pendientes, el Papa Francisco, atendió los agravios históricos contra las mujeres, la comunidad de la diversidad sexual, los pueblos indígenas evangelizados forzosamente y los intrincados intereses de la Iglesia, en un mundo convulsionado por la fe que aterroriza, y por las batallas de los intereses económicos, sociales y políticos, que afectan la vida cotidiana de todas las opciones religiosas, con guerras, epidemias y hostilidades entre las naciones y gobiernos.

TRUMP Y EL JUEGO DE LOS ARANCELES Y LA NARCOPOLÍTICA

Después de los funerales del Papa Francisco, vendrá a partir del próximo
6 de mayo, el Cónclave que elegirá a su sucesor, la nueva autoridad de la Iglesia Católica, un nuevo Papa que continúe la transformación del catolicismo o que vuelva al conservadurismo tradicional.

Hay varias opciones entre los Cardenales, cuyos vicios y virtudes se barajan ya. Un Papa asiático o africano, incluso latinoamericano o mexicano, o un Papa europeo, italiano, o estadounidense. Vendrá el balance terrenal, los pros y los contras de la manera en que se condujo la Iglesia por el Papa Francisco; habrán propuestas sobre la ruta deseable, de su crecimiento, de su transformación, del hasta dónde es posible avanzar y, desde luego, por quién y en dónde comenzar, del sucesor y sus posibles alianzas, dependerá en gran medida la ruta deseable para la Iglesia Católica.

LA CLONACIÓN POLÍTICA

Así, después de una semana santa, con fe, esperanza y caridad, observaremos los acuerdos, los golpes, las batallas del cuerpo cardenalicio, de las ideas de la iglesia y del catolicismo, del impacto en el mundo de hoy, de millones de fieles católicos.

Que estos encuentros y desencuentros sean para bien del mundo, que prevalezca si, la fe, pero también la razón, de mejorar la vida, con gran desarrollo y mejor seguridad.