Tras posponer su comparecencia en el Senado, Alfonso Durazo, el secretario de Seguridad llevó a cabo una reunión en privado este martes en la Sala de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), donde presentó un esbozo, minuto a minuto, de los hechos ocurridos el pasado 17 de octubre, en Culiacán, Sinaloa.
En dicha reunión, Durazo aparte de reconocer que dicho operativo fue un rotundo fracaso, también comentó que cabría la posibilidad de que integrantes del cártel de Sinaloa sabían del operativo que se llevaría a cabo, se hayan dado filtraciones de información, y por lo tanto les permitió declararle la guerra al gobierno federal y atacar.
Ante dichas posibilidades, aseguró que se harán investigaciones.
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Sin embargo, de acuerdo con fuentes federales, fue desde la oficina de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que encabeza Durazo, donde se pudo haber filtrado la información de que una cédula del Ejército había capturado a Ovidio Guzmán, y de ahí haberse desatado la guerra.
Esto, porque cuando el personal de dicha oficina comenzó a confirmarle a los medios que el hijo del “Chapo” había sido detenido “con fines de extradición a los Estados Unidos”, el jefe del cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada tomó el control total del levantamiento y ordenó evitar “ a cualquier precio” que Ovidio fuera extraditado.
Y es que, de igual forma, no se descarta de que la ambición de funcionarios por ganarse “la medallita” y adjudicarse el mérito de la detención, haya provocado el desastre, dejando en ridículo al presidente, al Ejército y al país.
¿Durazo debería renunciar?
