Así ha denominado el presidente de EU, día de la liberación, a la aplicación de aranceles por parte de su gobierno, al mundo y, en particular a México.
Hoy sabremos de los alcances y límites de esta decisión, en porcentajes de aplicación, para las mercancías que se compren o vendan a EU.
Estos impuestos de EU a determinados objetos de importación o exportación, de ciertos países, muestran los requerimientos y necesidades para atender el consumo, la producción y todo aquello de lo cual carece un país. No hay autarquía posible. De ahí los acuerdos entre gobiernos consumidores y productores para obtener el mejor beneficio en el intercambio.
El libre comercio fue impulsado para evitar un proteccionismo excesivo y favorecer las economías de mercado, el capitalismo en todas sus variantes y en todas partes, frente a un modelo socialista controlado. Tal parece que esta época ha terminado.
La imposición de aranceles marca una nueva etapa, en donde la ley del más fuerte y no del mercado, propiamente dicho, hará lo suyo, para controlar el intercambio de productos. Los privilegios habrán de caer o disminuir, los tratados comerciales de libre comercio serán sustituidos por políticas voraces del más fuerte.
Las alianzas comerciales para evitar ser desplazados o sucumbir ante estos aranceles habrán de surgir por doquier. Ya se observan los movimientos entre Canadá y Europa, o entre China, Japón y Corea. Ya veremos si no es contraproducente para EU y lo aíslan. Las alianzas comerciales conllevan crecimiento y desarrollo, aprendizaje y cercanía, intercambio de bienes y tecnología, relaciones entre gobiernos y personas, nuevos horizontes.
Se aprovechan cuando los países tienen una productividad suficiente para cubrir su mercado interno y exportar lo que no consumen para equilibrar sus balanzas comerciales, evitar dependencias y crecer con mejores fórmulas de compra venta.
Los aranceles aletargan los mercados, afectan el intercambio en los productos que necesitan, unos que los compran y otros que los venden, observaremos la resistencia de los países exportadores hacia EU y, desde luego, lo que EU puede lograr para sostener su producción.
México ha optado por una política comercial de negociación, evitando toda confrontación posible, apelando a la existencia del T-MEC, respondiendo positivamente las demandas del gobierno Trump, para cubrir la frontera entre ambas naciones, controlar la migración, disminuir la inseguridad y el tráfico de drogas y de fentanilo, veremos si ello tendrá algún beneficio en los aranceles por venir.
El realismo que se observa, parece suspender toda buena fe en la actividad comercial, los aranceles son un ariete que golpea la fortaleza comercial, la confianza entre ambos gobiernos y se expresa en lo que dicen las autoridades de EU, van bien en México, pero queremos más, menos palabras, más acciones, más resultados para nuestro país y así, veremos qué tanto avanzamos. Vaya que caprichosa situación.
Desde luego que México deberá hacer lo que le corresponde por si mismo, para beneficio del país, no de EU, y así, aprovechar esta oportunidad de mejorar su producción, con seguridad para su desarrollo.
Conlleva cambiar varias políticas, como la atención a la seguridad en varias partes del país, erradicar la impunidad y estimular la inversión y la productividad, fortalecer su mercado interno y abrir nuevos mercados de exportación.
Es tiempo de hacer de sus ventajas comparativas en producción, comercialización y consumo, una mejor opción de su propio desarrollo. Todo en un tiempo corto, con imaginación y seguridad. Si bien la relación con EU está cambiando, también cambia la relacionalidad con el mundo.
Aprovechemos la liberación de nuestro vecino para fortalecer las libertades nuestras; cambiemos lo que tengamos que cambiar, para beneficio de la sociedad, no para grupos de intereses aviesos, que atentan contra el interés y soberanía nacionales.
Recordemos que no sobrevive siempre el más fuerte, sino el que mejor se adapta.
Los riesgos y amenazas al desarrollo y seguridad nacionales deben atenderse con estrategias claras y precisas.