El INE quiera ahorrar gastando

Luego que en días pasados el Instituto Nacional Electoral (INE) mostró su interés en tener nuevas, modernas y costosas instalaciones, se emitió una nueva licitación para construir una “INElandía”, que costará –según las primeras estimaciones– mil 100 millones de pesos.

Aunque la primera convocatoria se declaró desierta, este miércoles se lanzó una segunda. Y es que todo indica que los consejeros electorales –y el consejero presidente, Lorenzo Córdova–, tienen la urgencia de disfrutar de un moderno, ampliado y remodelado conjunto de oficinas en Tlalpan.

Según el INE, la construcción de este complejo electoral permitiría ahorrar 80 millones de pesos anuales en rentas, pues actualmente se rentan 5 inmuebles en la Ciudad de México, donde laboran tres mil 210 trabajadores.

Sin embargo, es indispensable preguntar, ¿un nuevo edificio garantiza el buen actuar del árbitro electoral? ¿la nueva sede garantiza la buena organización de las elecciones? ¿con la “INElandía” veremos procesos electorales transparentes? ¿en el nuevo edificio tendremos a un consejero presidente a la altura? ¿con el nuevo conjunto, el INE se convertirá ahora sí en autónomo? ¿cómo cambiarán los Oples con una nueva infraestructura?

Cabe señalar que el INE se ha pronunciado por ahorrar disminuyendo el presupuesto a los partidos políticos. No obstante, en los hechos, las autoridades electorales insisten en la construcción de su nueva sede.

Ante la insistencia del INE –que parece tratar de recuperar la confianza de los ciudadanos con oficinas de primer nivel–, la pregunta obligada sería, ¿tendremos la certeza de que los mil 100 millones y las nuevas oficinas servirán para fortalecer la democracia?