El gobierno de Macri también tendría vínculos con las barras del futbol

Mientras que algunos intentan desenredar la maraña de relaciones entre el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el crimen organizado y las barras de futbol, muchos ignoran que el gobierno actual –el de Mauricio Macri–, también mantiene fuertes vínculos con el balompié y sus porras.

El enlace más evidente es el del propio Macri con el Atlético Boca Juniors, un club que presidió durante 12 años, hasta 2007.

En ese tiempo, Macri habría estado involucrado con todas las facetas que rodean al futbol. Es posible, incluso, que conociera los enredos y manejos de las porras. Por eso, no está de más preguntar, ¿qué tanto sabe Macri de los vínculos entre las barras de futbol, los empresarios del balompié y el crimen organizado? ¿será que, como dice, no sabe nada? ¿será que, como afirma Macri, el crecimiento desmedido del narco es responsabilidad del gobierno de Cristina Fernández? ¿o será que Macri no dice todo lo que sabe y cuenta sólo lo que le conviene?

Curiosamente, Mauricio Macri no es el único que tendría relación con el futbol. A continuación reproducimos el texto de Nicolás Balinotti donde se da cuenta de otro funcionario cercano al actual presidente de Argentina que –igual que el mandatario argentino–, tiene una relación directa con los clubes de futbol.

Ritondo, Aníbal y sus lazos con el submundo

Por Nicolás Balinotti

La búsqueda de los tres fugitivos de General Alvear derivó en un intenso cruce retórico entre el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, y el ex jefe de Gabinete kirchnerista Aníbal Fernández. La escalada alcanzó acusaciones vinculadas a la droga, la vida privada y sus nexos con el “submundo”, término al que apeló el funcionario macrista para relacionar al ex candidato a gobernador de Buenos Aires con el delito en la zona de Quilmes.

A pesar de las diferencias que exhiben en público, Ritondo y Fernández tienen una pasión en común: el fútbol. El primero es vocal de Independiente y se jacta de influir en la vida interna de Nueva Chicago. El segundo es presidente del club Quilmes. De allí ambos extienden sus lazos con diferentes barras bravas.

Ritondo nombró jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad bonaerense a Marcelo Rocchetti, un reconocido abogado penalista que defendió en una causa a Rafael Di Zeo, el líder de la barra de Boca. “Lo asesoré hace cinco mil años en un caso por documentación falsa”, dijo ayer Rocchetti a LA NACION.

Ritondo ya le había confiado a Rocchetti otro rol jerárquico: fue jefe de seguridad de la Legislatura porteña cuando el ministro estaba a cargo del cuerpo legislativo, donde en su numerosa plantilla también figurarían conocidos barras.

Pero Rocchetti no es el único nexo de Ritondo con Di Zeo. Ambos se conocieron hace años en Mataderos y desde ambos sectores dicen que son amigos. En Mataderos, el funcionario tiene parte de su corazón: es hincha de Nueva Chicago y alguna vez se involucró en la política del club, lo que lo obligó al contacto casi directo con las dos facciones de la barra: Los Perales y Las Antenas, quienes en tiempos electorales repartieron sus apoyos entre el Frente para la Victoria y Pro.

El mundo de los barras no es ajeno a Aníbal Fernández. La barra de Quilmes, que integró Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), la agrupación que creó Marcelo Mallo, hoy bajo sospecha por su supuesta relación con los tres prófugos del triple crimen, exhibió más de una vez en la tribuna una bandera de la Agrupación Arturo Jauretche, que lidera el ex jefe de Gabinete.

Hay más: cuando Fernández cerró con un acto su campaña para ser vicepresidente de Quilmes (en fórmula con José Luis Meiszner, detenido hoy por el escándalo de corrupción en la FIFA), se divisó en una mesa a Jorge “Krencho” Trejo, uno de los miembros de la hinchada cervecera que viajaron en 2010 al Mundial de Sudáfrica de la mano de HUA. Por entonces, Trejo, además, era funcionario de la Municipalidad de Quilmes.

La detención de Mallo volvió a poner en el centro de la escena la oscura relación que existe entre barras y políticos. Mallo, que no es un barra, ofició de nexo entre los dos mundos. Desde el nacimiento de HUA hasta la última campaña electoral, en la que jugó con el kirchnerismo, pero en la vereda de enfrente a Aníbal Fernández, de quien se distanció por la feroz interna de la barra de Quilmes.

Tomado de La Nación