El drama de Dilma Rousseff

Dilma Rousseff, aún presidenta de Brasil, quizás está viviendo su momento más dramático y es que luego de varios forcejeos judiciales que impedían seguir con su juicio político, este miércoles los senadores de Brasil arrancaron el “impeachment” contra la aún mandataria brasileña.

En caso de que que los legisladores logren una mayoría–que todo indica que sí–, Dilma estaría fuera de la presidencia de Brasil por lo menos 180 días, tiempo que dura el proceso de destitución.

Pero Rousseff está en una vaivén. Waldir Maranhão, actual presidente del Parlamento de Brasil, anunció este lunes la anulación del proceso de destitución de la mandataria brasileña pero tan solo dos días después el Senado inició el proceso de destitución.

En La Otra Opinión hemos dado cuenta del juego del que ha sido objeto la brasileña. Como seguramente recuerda, la cámara de diputados carioca autorizó el juicio político contra Dilma entre los días 15 y 17 de abril. No obstante, según Maranhão, había al menos cuatro irregularidades registradas durante el proceso de aprobación del juicio político y el proceso supuestamente sería inválido.

La acción, según se ha dicho, tomó por sorpresa a Dilma y a sus seguidores. De tajo, el líder del Parlamento interrumpió el proceso de desafuero que es votado este miércoles en el Senado.

De acuerdo con el presidente del Parlamento brasileño, la principal irregularidad detectada refiere que los líderes partidarios “no deberían haber orientado la votación de sus correligionarios, para evitar la violación de la libertad individual de los diputados”. Además que los votos de los diputados fueron motivados y justificados “por la familia o por Dios” y fueron exhibidos ante la prensa antes de la votación.

Maranhão también explicó que luego de la votación, la defensa de Dilma tenía el derecho a intervenir, pero eso tampoco sucedió.

Cabe señalar que esta coyuntura, en favor de Dilma, se da al momento en que Eduardo Cunha, líder de la Cámara de Diputados y principal enemigo de Rousseff, fue separado de su cargo acusado de corrupción y lavado de dinero. Cunha fue quien impulsó el juicio político contra Rousseff y jugó un papel fundamental en el proceso de aprobación de la Cámara de Diputados.

Y a Dilma ya la vieron fuera de la presidencia pues el Gobierno perdió ante el Tribunal Supremo el último recurso contra la destitución.

En Brasil todo es expectativa pues alrededor de 65 senadores tomarán la palabra por cerca de 15 minutos, lo que alude a una maratónica sesión de 18 horas.