El candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, fustigó al abanderado de Morena, Andrés Manuel López Obrador, por viajar en aviones privados durante campaña.
Y es que, el otrora Joven Maravilla no podía dejar pasar la oportunidad de reprocharle al tabasqueño y a sus colaboradores viajar en un avión privado –taxi aéreo, dijo AMLO– en Mexicali para trasladarse a Nogales y luego a Guaymas, Sonora.
“Esto muestra una vez más la incongruencia y las mentiras de López Obrador. ¿No que viajaba en aviones privados? ¿No que él solamente viajaba en aviones comerciales?“, cuestionó Anaya.
El ex dirigente nacional del PAN, tiene un buen punto. Sin embargo, hablando de incongruencias y en su caso, de mentiras, Anaya Cortés le pisa los talones al tabasqueño en esos rubros.
Es verdad que el panista no viaja en aviones privados, pero sí lo hace en primera clase como también lo hacen sus colaboradores y su círculo más cercano.
De querer ser verdaderamente justos, por lo menos Ricardo Anaya se hubiera quedado callado y no habría caído en la omisión al no mencionar sus innumerables viajes en primera clase que realizó para ver a su familia en Atlanta.
En una serie de publicaciones en octubre y noviembre de 2016, el periodista Ricardo Alemán difundió una investigación en la cual evidenció que el panista había viajado –hasta ese momento– 121 veces desde 2014 para visitar a su familia.
Dichos datos se vieron reflejados en su columna Itinerario Político, publicada en diario Milenio y en LaOtraOpinión. El costo por los viajes mencionados tienen un costo aproximado de más de 6 millones de pesos.
“¿Puede aspirar a ser Presidente un político que no cree en México, que tiene a su familia fuera del país, que prefiere para los suyos la seguridad de una ciudad como Atlanta, mientras los mortales mexicanos padecen las de Caín en el día a día de México?“, declaró el periodista sobre la situación que rodea al aspirante presidencial y a su familia.
Ricardo Anaya continúa –en su búsqueda de adeptos– pareciéndose más a un seguidor de las propuestas de AMLO y ahora, fiel copia de sus actitudes e incongruencias, en un estricto sentido de “el comal le dijo a la olla“.
