El caminito de Ochoa Reza

La primera promesa de Enrique Ochoa Reza al asumir la presidencia del PRI fue visitar –en los primeros 100 días de su periodo al frente del partido– las sedes estatales del tricolor en las 32 entidades de la República.  Luego de 18 días en el cargo, el líder priista inició su caminito este 30 de julio en Aguascalientes; para encontrarse con retos que deberá enfrentar.

Al anunciar su gira por el país, Ochoa Reza asumió el compromiso de analizar los motivos que llevaron al PRI a la derrota en algunos estados el pasado 5 de junio, así como las circunstancias de su triunfo en el resto de las entidades. Sin embargo, la primera parada del presidente del tricolor fue en un estado en el que, si bien el PRI no obtuvo la victoria, tampoco ha dado por perdido: Aguascalientes, entidad en la que Lorena Martínez, candidata priísta durante el pasado proceso electoral, mantiene impugnada la elección que perdió ante el panista Martín Orozco Sandoval.

En Aguascalientes, la situación para Ochoa Reza es de “todo que ganar y nada que perder” pues si la impugnación no procede, poco podrá reclamársele acerca de un asunto ocurrido antes de su llegada a la presidencia del partido. Por el contrario, si gana la impugnación—algo que no se espera—, obtendrá crédito y legitimidad gracias a la victoria.

Otro reto a enfrentar en las entidades será cazar al 0.1 por ciento de los priístas que “lastiman y manchan la reputación del partido” con sus actos de corrupción –pues de acuerdo con el propio Ochoa Reza, el 99.9 por ciento de los priistas son honestos–. Consciente de ello, el presidente del PRI se mantuvo fiel a su discurso, y aseguró que hará que los funcionarios priístas rindan cuentas.

Por otro lado, si Ochoa Reza quiere renovar el partido, deberá enfrentar a las mafias que se han adueñado del poder en los comités estatales del partido. Por ejemplo, en Baja California Sur el secretario general de la Confederación Revolucionaria, Obrera y Campesina (CROC), Esteban Vargas, lanzó acusaciones de que –en dicha entidad– el partido se encuentra  “secuestrado” a manos del delegado especial del comité estatal, Raúl Antonio Ortega, e instó al presidente del PRI a poner orden en el estado.

Así, en los 79 días que le quedan a Ochoa Reza para cumplir con su promesa de visitar las 32 entidades del país, el líder priista deberá imponer su autoridad ante los comités estatales, limpiar al partido de funcionarios corruptos, remover a las mafias que monopolizan el poder y abrir lugares a las nuevas generaciones en aras de renovar la imagen del partido ¿Le alcanzará el tiempo?