Aproximadamente el 60 por ciento de los integrantes de la Guardia Nacional cobra su salario en la Secretaría de la Defensa Nacional y en la Secretaría de Marina, no en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, como debería ser.
Lo anterior se desprende de un estudio enviado a la Cámara de Diputados por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria AC, el cual destaca las irregularidades y la opacidad en la administración de la corporación creada al inicio del sexenio.
La Guardia Nacional tiene actualmente 99 mil 813 elementos. De éstos, 58 mil cobran en la Sedena y en la Semar, mientras que 41 mil 813 lo hacen en la SSPC. Los primeros provienen de la Policía Militar y de la Policía Naval.
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Lo anterior representa una irregularidad, porque los elementos de las Fuerzas Armadas adscritos a la Guardia Nacional prestan sus servicios a una corporación policiaca que de acuerdo con la Constitución, tiene un carácter civil, no militar.
El hecho de que los elementos de la Sedena y de Marina mantengan sus salarios en estas dependencias confirma una vez más que, en clara violación de la Constitución, la Guardia Nacional es manejada por los altos mandos militares, no por la SSPC.
El estudio enviado San Lázaro también destaca que en la Guardia Nacional hay una falta de estrategia e ineficiencia en el gasto, pues más de la mitad del presupuesto se ejerce en servicios personales.
Esto restringe la transparencia y la rendición de cuentas, pues el rubro de servicios personales no puede ser revisado por la Auditoría Superior de la Federación.
Con los 50 mil millones de pesos adicionales anunciados recientemente por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la Guardia Nacional tiene un presupuesto para este año de 103 mil 935 millones de pesos, lo que representa el 0.41 por ciento del PIB.
