Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ordenó que se construya un refuerzo al muro fronterizo, sobre todo en la zona de Tamaulipas que colindan con el Río Bravo. En estos lugares se encuentran hombres armados que custodian el muro.
Los vigilantes o halcones se encargan de reportar cualquier tipo de actividad a los cárteles mexicanos. Las órdenes de Estados Unidos pondrán en peligro a los miles de migrantes que a diario cruzan por esa zona, pues se les impedirá el paso y quedarán a la merced de los criminales, quienes se especializan en el tráfico de personas.
El gobierno estadounidense delimitó zonas estratégicas en las cuales los cárteles que trafican personas se encuentran, como Ciudad Mier y Nueva Ciudad Guerrero, áreas controladas por el Cártel de Noreste, hasta Ciudad Camargo y Gustavo Díaz Ordaz, zonas bajo el control del Cártel del Golfo.
Sin duda alguna, los migrantes serán quienes sufran las consecuencias de las disputas entre los cárteles y las autoridades migratorias. Varios de los migrantes que cruzan por esta zona se han enfrentado con secuestros, extorsiones y abusos.
“Alguien se ofreció a ayudarnos y llevarnos a una casa y confiamos en esa persona y no fue así, nada más nos vendió prácticamente. Cuando tú no das mucha información de tu familia te maltratan, te maltratan horrible, físicamente, verbalmente, a veces se sufre de actos sexuales también, por parte de ellos. Me tuvieron un mes, como por 20 días”, narró un migrante de El Salvador.
Tras esta situación, los albergues y refugios para migrantes en México se han visto rebasados, pues la mayoría de las personas desiste de querer cruzar la frontera debido al gran costo económico y a la inseguridad de la zona.
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