Ecuador vive ya la emergencia humanitaria ante los ciudadanos de Venezuela que salen de su país y buscan en las naciones del área nuevas posibilidades de subsistencia.
La víspera se confirmó que el municipio de Quito decretó el estado de emergencia humanitaria ante la afluencia masiva de venezolanos, lo que implica la habilitación de albergues temporales.
Hace apenas una semana, la misma situación se vivió en las provincias de Carchi, Pichincha y El Oro, orillando a una declaración de emergencia ante la presencia de enfermedades como infecciones intestinales, deshidratación y rinitis.
Uno de los puntos de reunión más importante para los venezolanos son las afueras de la terminal de Carcelén, en el norte de Quito, a donde se hacinan luego de que les fue impedido permanecer dentro de las instalaciones.
De acuerdo a Rubén Peña, venezolano virtual líder del campamento, entre 40 a 50 de sus compatriotas llegan cada día, pero muchos en realidad buscan llegar hasta Perú, y lo hacen cuando consiguen dinero para su transporte. Aunque afirma que la mayoría de sus conciudadanos llega a pie, tras una marcha que dura de 15 a 20 días.
Algunos de los recién llegados pretenden quedarse en Quito ante las versiones de que los venezolanos en Perú saturan las posibilidades de empleo y entonces, es mejor buscarlo en la capital ecuatoriana.
Por su parte, el viceministro ecuatoriano de Movilidad Humana, Santiago Sánchez, explicó que arribaron tres mil 200 venezolanos solo a principios de la semana pasada, por lo que la declaración de emergencia, durará durante el mes de agosto, misma que será evaluada por las entidades gubernamentales, a fin de usar recursos extraordinarios, puedan hacerlo y se encarguen de los recién llegados.