Mientras en Palacio Nacional confunden a la población con lo contrario, es un hecho que la economía mexicana no recupera su dinamismo, con lo que exhibe un pobre desempeño.
Durante noviembre del 2022, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) –que da seguimiento mensual a la economía– mostró una contracción de 0.5 por ciento, con cifras desestacionalizadas.
Así, la economía mexicana registró su segunda caída del 2022, y la mayor contracción para un agosto desde el 2021, cuando fue de 1.5 por ciento.
El resultado fue incluso más preocupante que la estimación que arrojó previamente el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) para noviembre, de -0.1 por ciento.
El débil desempeño de la economía mexicana se explica, en gran medida, por la desaceleración en las actividades terciarias (comercio y servicios), que concentran cerca del 60 por ciento del PIB nacional.
Dura caída en 15 meses
De acuerdo con datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la economía mexicana registró en noviembre del año pasado una caída de 0.5 por ciento, la más pronunciada en 15 meses.
Definitivamente, este tipo de información no se dan a conocer en las mañaneras, pues es un hecho que la economía mexicana no recupera su dinamismo, con lo que exhibe un pobre desempeño.
