Todo parece indicar que Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), tiene una visión totalmente opuesta a la del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia energética.
Para ello, el canciller mexicano habló sobre el litio y su aprovechamiento para desarrollar automóviles eléctricos.
En un video que compartió en su cuenta de Twitter, el canciller mexicano resaltó la gran reserva de este mineral que cuenta Bolivia y la importancia que tiene para desarrollar baterías.
En ese sentido, indicó que México busca hacer lo mismo: procesar el litio para fabricar baterías para autos eléctricos.
“Porque la electromovilidad es una realidad. En 2030 la mitad de todos los autos en México serán eléctricos y necesitan baterías de litio”, indicó.
Cooperación México – Bolivia en la era de la electromovilidad : producción y procesamiento de litio,mineral crítico de las baterías. pic.twitter.com/rGxrqDV8UJ
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) August 5, 2022
En otro video, Ebrard Casaubón presumió el Quantum E3, un vehículo eléctrico de origen boliviano que será fabricado en México y estará disponible el próximo año.
Asimismo, apuntó que el sector de vehículos eléctricos va a tener un crecimiento “exponencial”, ya que la normativa mexicana establece que para 2030 gran parte de su parque automotor debe ser eléctrico.
Vehículo boliviano Quantum, eléctrico. Disponible en 2023 en México merced a la Alianza Quantum y la empresa mexicana Potencia Industrial . Será el vehículo eléctrico más económico en nuestro país. Enhorabuena!! pic.twitter.com/CFsVVBxpdV
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) August 5, 2022
Sin embargo, la postura de este lacayo de la 4T contradice la visión arcaica y retrógrada del dictador de Palacio Nacional quien ha apostado por la generación de energía a partir de los combustibles.
Con el pretexto de “rescatar la soberanía” López Obrador construye una refinería en Dos Bocas, Tabasco para procesar el petróleo que se extrae del Golfo de México.
De acuerdo con Bloomberg, esta megaobra se encareció al doble de su presupuesto original ya que estimó que al final costará hasta 18 mil millones de dólares.
Esta cantidad de dinero prefirió despilfarrarlo en este capricho en vez de invertirlo en proyectos de energías renovables.
Por otro lado, no hay que olvidar que la reforma eléctrica de AMLO, la cual no fue aprobada en la Cámara de Diputados, daba preferencia a las energías sucios por encima de las renovables y verdes.
Por último, no hay que olvidar que Estados Unidos acusó que las políticas energéticas de la 4T contradicen el T-MEC, por lo que solicitaron consultas para revisarlas; si México pierde estas consultas sería acreedor de aranceles millonarios.
MSA