Crece, de manera inexorable, el escándalo del fideicomiso que sirvió para financiar de manera ilegal las campañas de Morena. Y crece, porque resultan contundentes los argumentos e investigaciones del Instituto Nacional Electoral.
Crece el escándalo porque cualquiera que revise la información disponible podrá corroborar la certeza de las evidencias y la terquedad de los hechos. Y crece por que sea el candidato presidencial electo o sean los dirigentes del parido Morena, todos parecen empeñados en engañar a los ciudadanos y potenciales electores.
Lo cierto es que estamos ante escándalos idénticos al de “Amigos de Fox” y “Pemexgate“, en donde el PAN y PRI, respectivamente, se valieron de todo tipo de triquiñuelas para ganar una elección; incluso se valieron del fraude, del lavado de dinero y del engaño a los electores.
Lo curioso es que luego de los escándalos “Amigos de Fox” y “Pemexgate“, la Constitución y las leyes electorales se cambiaron, se enmendaron y reforzaron, con la esperanza de que ese tipo de cochineros no se repitieran. Sin embargo, nada parece haber cambiado. Y es que hoy el escándalo del fideicomiso muestra la misma ruta crítica que “Amigos de Fox” y “Pemexgate“; desvío de recursos, lavado de dinero y simulación.
Por lo pronto todo indica que el INE agotó la indagatoria; que instituciones como la Secretaria de Hacienda hicieron su parte y que sólo resta conocer el trabajo del Tribunal Electoral, última estancia para resolver las impugnaciones.
Y todo indica que los magistrados del Tribunal Electoral serán sometidos por el nuevo gobierno, cuyo autoritarismo y sed de venganza parecen sin freno.
Todos han escuchado las amenazas del presidente electo a los medios, a los críticos, a los periodistas. Todos conocen la cultura vengativa de los más cercanos colaboradores de López Obrador.
Por eso, muchos creen que el nuevo gobierno intentará someter al Tribunal Electoral, de la misma manera que sometió a la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de Méxicopara exonerar a Claudia Sheinbaum de la tragedia del Colegio Rébsamen.
¿Doblaran al Tribunal Electoral?
Al tiempo.
¡Mentira y despidos…!
