DIPUTADO ABUSADOR, PEPENADO POR MORENA

El diputado Benjamín Saúl Huerta Corona, cuyo desafuero será solicitado por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para que responda a varias acusaciones de abuso sexual infantil, es producto de la pepena que puso en marcha Morena en la víspera de las elecciones del 2018, para “fortalecer” el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador.

Una vez que Morena obtuvo su registro como partido, sus principales promotores se dedicaron a reclutar a todo aquel que quisiera sumarse al proyecto obradorista, sin importar sus antecedentes o su trayectoria, con la finalidad inflar su padrón y al mismo tiempo debilitar a sus rivales.

Al taxi de Morena se subieron personajes de dudosa reputación, empresarios que con su dinero pagaron su viaje, cartuchos quemados políticamente, líderes sindicales de medio pelo y muchos militantes del PRD, PAN y PRI con cierta base social pero con manchas oscuras en su pasado.

Uno de estos pasajeros pepenados por Morena fue Saúl Huerta Corona, quien al ponerse el chaleco guinda le dio la espalda a una trayectoria de 40 años en las filas del PRI.

Su momento cúspide como priista lo vivió durante el gobierno de Mario Marín, el Góber Precioso, actualmente sometido a proceso penal por la tortura infligida en contra de la periodista Lydia Cacho.

Durante la administración del Góper Precioso, Saúl Huerta Corona fue coordinador estatal de la CNOP del PRI y uno de los aspirantes a la presidencia municipal de la ciudad de Puebla, en el 2010.

En tiempos de Mario Marín, el diputado Huerta tenía como correligionarios dentro del PRI a Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco, dos de los principales operadores políticos del entonces mandatario estatal.

Gracias a la pepena política practicada por Morena, ahora los primos Mier están en Morena. El primero es senador de la República, muy cercano a Ricardo Monreal, mientras el segundo es nada menos que el coordinador de la bancada morenista en San Lázaro.

Quizá fue esa identidad partidista doble –primero en el PRI, ahora en Morena–,  o tal vez el hecho de que todos provienen de un mismo grupo político formado en su momento por Manuel Bartlett, lo que llevó a Mier Velazco a minimizar la conducta de Huerta, cuando dijo que si cometió abuso contra un menor, era cosa de su vida privada.

En su afán por engordar las filas de su partido, los promotores de Morena levantaron todo el cascajo político que encontraron a su paso y le abrieron las puertas a todo aquel que prometió dinero o votos.

A Saúl Huerta Corona, por ejemplo, Morena lo hizo diputado federal, algo que nunca logró con su partido de toda la vida, el PRI, por el cual compitió sin éxito en el 2012 por una curul en San Lázaro.

Morena reclutó y le dio fuero a Huerta, quien, de acuerdo con la información que se ha hecho pública en los últimos días, tenía desde hace varios años la costumbre de abusar sexualmente de menores de edad, en su mayoría provenientes de familias de escasos recursos económicos.

Los testimonios de las víctimas del diputado morenista son desgarradores. Si tan solo la mitad de lo que han narrado ante el Ministerio Público fuera cierto, ya sería deleznable.

Ante la presión mediática, Huerta renunció a sus intenciones de reelegirse como diputado federal y fue separado de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados. En el partido le suspendieron sus derechos, aunque aún conserva su militancia. Y su fuero.

A pesar de las evidencias, Morena se tardó un poco en reaccionar y en deslindarse a medias del diputado abusador. El mismo día en que fue detenido, el legislador quedó libre, intentó sobornar a la madre de su víctima de ese día y todavía se dio el lujo de participar en la sesión de San Lázaro.

Por cierto: ¿Cómo fue que de la nada, Huerta accedió a una diputación federal a través de Morena en el 2018? Si se le rasca al tema, algo interesante puede salir.

OFF THE RECORD

**”ME CAÍ”: CLARA LUZ

“He aprendido y reconozco que me caí como todas lo hemos hecho, y como todas ahora me levanto”, afirmó Clara Luz Flores, candidata de Morena al gobierno de Nuevo León.

Y en efecto, la difusión de un video en la que aparece muy sonriente y platicadora con el líder de la secta NXIVM, Keith Raniere, la tumbó muy feo.

Clara pidió perdón por haber mentido. Y sí, muy grave es mentir, pero más grave aún es haber formado parte de esa secta que esclavizaba sexualmente mujeres. De eso no pidió perdón.

**FOLCLOR EN LAS CAMPAÑAS

El actor metido a político, Alfredo Adame, encabezaría claramente las preferencias si estuviera participando en un certamen de folclor político.

El pasado sábado, en plena campaña por la alcaldía de Tlalpan, Adame gritó: “¡Tú también chingas a tu madre!” a un conductor que le dedicó un claxonazo.

Y con otro automovilista de plano se acercó hasta la ventanilla para decirle: “Eres un pendejo, naco, fracasado, mediocre, mequetrefe y chingas a tu madre”.

Folclor puro.

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